Columnas

Clúster climático

Un gran clúster, que debería ser sumado a los 20 clústeres temáticos del Ministerio de Producción, pues por mucho que se desarrollen en un territorio, la competitividad sin eficiencias reales en costos fijos...

“Imagínense un asteroide gigante que viene hacia la Tierra, sería lo que estamos enfrentando ahora, y aun así no hacemos nada para desviarlo”, así expresaba su preocupación James Hansen, un físico, climatólogo estadounidense, profesor en la Universidad de Columbia, y exdirector del Instituto Goddard para Estudios Espaciales de la NASA. Hacía de esta forma un paralelismo del desbalance en energía que estamos manteniendo en la atmósfera debido al cambio climático, 20 veces más de lo que toda la humanidad utiliza en este momento.

En medio de pandemia, guerra, paro nacional y esfuerzos de mitigación de sus efectos económicos, el cambio climático en nuestra región y país no tiene un espacio serio, de discusión empresarial y de solución a través de política nacional. Sencillamente porque no se lo relaciona desde Presidencia hasta el agricultor y consumidor final, como el mayor problema o agravante a las crisis que ya vivimos: sequías, inundaciones y productividad agrícola. Al contrario, si una tierra ya no da para más, el que puede, va migrando a otra más bondadosa o a la ciudad; y eso es parte de la crisis de movilizaciones humanas buscando mejores oportunidades. En ninguna parte es más evidente el efecto dual del estrés hídrico y el cambio climático que en la cuenca amplia de los ríos Tigris y Éufrates, que comprende a Turquía, Siria, Irak y el oeste de Irán; y sin ir más lejos, en la misma provincia de Cotopaxi, por una obra hídrica pendiente. Se debe usar inteligencia artificial para predecir conflictos, combinar datos sobre lluvias, malas cosechas, densidad de población, riqueza, producción agrícola, niveles de corrupción, sequías e inundaciones, entre muchas otras fuentes de datos y así evitar paros.

Hace unos días el Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible -Cemdes, de Ecuador, presentaba una solución en etapa de estudio, que es el Clúster de Cambio Climático, para dar una visión 360 al mundo empresarial y aportar a la política pública con soluciones reales y eficientes para los involucrados en un encadenamiento productivo. Un clúster es un concepto desarrollado por Michael Porter, profesor en Harvard, que dice son “concentraciones de empresas e instituciones interconectadas en un campo en particular para la competencia”, como podemos observar en el sector camaronero en Durán, el mejor clúster del Ecuador, donde se encuentran: empacadoras, cartoneras, soluciones a desechos orgánicos, alimentos balanceados. Ciertamente el clúster climático es diferente porque: 1) no es para un actividad productiva sino para todas, es decir trasversal; y 2) no tiene el límite de un territorio. Se buscaría la eficiencia de las empresas en todo aquello relativo al cambio climático: agua, energía, desechos, entre otros. Que impacte en su productividad y por ende en la competitividad. Esto, desde la materia prima agrícola hasta el producto y su disposición nuevamente en la economía. Un gran clúster, que debería ser sumado a los 20 clústeres temáticos del Ministerio de Producción, pues por mucho que se desarrollen en un territorio, la competitividad sin eficiencias reales en costos fijos, como las que ofrece el climático, más incentivos, sencillamente caerán en saco roto.