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Se va aclarando el panorama

Avatar del Fausto Ortiz

En la medida que haya menos hitos que esperar, habrá más oportunidad de lograr dinamismo en la economía a partir de los recursos...

Semanas atrás el Riesgo País, medido como la diferencia entre los rendimientos de bonos de deuda externa ecuatoriana y los del Tesoro americano, permanecía sobre los 1.800 puntos. Hubo una leve mejora por la mayor recompra amigable que haya efectuado el Ministerio de Finanzas, pero la muerte cruzada, al adelantar el proceso electoral, lo ha vuelto a ubicar en el mismo sitio de arranque. Aquí sí cabe señalar que dio un giro de 360 grados. Otra vez en los 1.800, pero con un premio consuelo. USD 1.000 millones menos de deuda y sus respectivos intereses.

La muerte cruzada permite agregar escenarios sobre el perfil del posible presidente del año 2025. Unos días atrás no se hubiera pensado que casi todas las tendencias se podrían presentar fraccionadas en la elección de agosto 20. Lo que habíamos observado antes de la muerte cruzada era que solo la tendencia oficialista se presentaría con varios candidatos que atomizarían los votos y automáticamente echaría tierra a sus oportunidades.

Hoy parece que se jugarán ‘semifinales’ y que los que estaban fijos con un determinado número de votos en los dos primeros lugares podrían ver variar sus resultados minuto a minuto en la recta final de las siguientes semanas. Armar la pareja de semifinales va a depender de quienes se quiten votos entre si. Hay por lo menos dos pares de candidatos no esperados que moverán el piso en favor de otros que verán una pequeña luz para colarse en segunda vuelta.

La noche del 20 de agosto aportará mucha información de lo que podrá ser la elección del 2025; los tenedores de deuda con seguridad lo podrán leer con claridad y nosotros lo veremos en el Riesgo País del día siguiente.

El nuevo gobierno podría empezar su período en diciembre, que suele ser el mes más difícil de administrar. En diciembre se pagan sueldos, una parte importante del décimo tercero y un elevado monto de intereses de deuda, además del registro de los gastos devengados de obra pública que terminan convirtiéndose en los atrasos para ser pagados en el siguiente año. Se debe aspirar a contar con un manejo responsable del gobierno saliente para evitar sobresaltos al arranque.

Las decisiones que vaya tomando y comunicando la Corte Constitucional sobre los decretos ley presentados por el Ejecutivo permitirán sacar a la economía del estado de paralización muy propio de transitar por un camino nuevo. En la medida que haya menos hitos que esperar, habrá más oportunidad de lograr dinamismo en la economía a partir de los recursos que el sector público obtenga, los correctivos que pueda ejecutar y en la tranquilidad que perciba el sector privado para no detener proyectos que tenía interés de emprender.

La búsqueda por cumplir las grandes metas del plan de gobierno original siempre serán bienvenidas. Siguen siendo actuales la necesidad de incrementar el empleo, aumentar la producción petrolera, darle empuje a la Inversión pública y trabajar en la infraestructura para atender los recientes desastres naturales, así como enfrentar de mejor manera un potencial fenómeno de El Niño. Finalmente, la cercanía con la población a través planes de apoyo, incluso a través de gobiernos locales, permitirá lo que todo político quiere. El tiempo corre para ser bien recordado.