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Papelucho inconstitucional

Avatar del Diana Acosta

"Ecuador junto a otros que luchan por no sucumbir ante los estragos económicos de la enfermedad. Cuidado la cura resulta más cara y costosa que la misma plaga"

La humanidad viene batallando más de un año contra la COVID-19 y hemos sido testigos de los estragos que ha causado en todos los países, incluido el nuestro. Todos conocemos los protocolos necesarios para evitar el contagio y las medidas que se deben tomar para no ser una víctima más de esta plaga apocalíptica. A pesar de todo esto, siempre encontraremos personas inconscientes, que simplemente se muestran indiferentes a la contención de la pandemia, sin respetar lo que mandan las autoridades y los expertos en la materia.

No se puede manejar a la población como si se arreara ganado a través de encerraderos. Al que no le da la gana de tener cuidado y respetar las normas, tratará de sortear las imposiciones haciendo gala de la conocida expresión “hecha la ley, hecha la trampa”.

Las autoridades gubernamentales dispusieron mediante decreto una serie de imposiciones que al cabo de pocos días la Corte Constitucional, bajo un silencio sepulcral y con difusión tardía, sentenció, reduciéndolo a la calidad de un simple papelucho inconstitucional.

El papel aguanta todo. Mientras tanto, ganó Barcelona y sus seguidores salieron a las calles a pesar del toque de queda y la ley seca. No se respetó el distanciamiento, ni el uso de mascarillas, simplemente la COVID no importaba para ellos.

Llegó el fin de año y tuvieron reventón y quema de monigotes; mucho menos cumplieron la ley seca, junto a reuniones donde no respetaron las medidas de control pertinentes.

En conclusión, no hay medida legal que frene la dispersión de la enfermedad, mientras no haya la conciencia necesaria de la ciudadanía para cuidarse y cuidar a quienes nos rodean. Si continúan con esas camisas de fuerza legales van a terminar de matar al sector turístico del Ecuador junto a otros que luchan por no sucumbir ante los estragos económicos de la enfermedad. Cuidado la cura resulta más cara y costosa que la misma plaga.

Debemos llamar al respeto y cumplimiento, por consciencia, de todas la medidas preventivas para evitar ser víctimas de una enfermedad que ha postrado al mundo entero.