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Solución al desconcierto de la vacunación en Europa

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"Otro factor decisivo para el éxito de Warp Speed fue haber encomendado su dirección a un veterano ejecutivo de la industria farmacéutica con experiencia en vacunas y a un alto general del ejército de EE. UU. a cargo de la logística"

La COVID 19 ha causado enorme sufrimiento en toda Europa y la lentitud de la vacunación de la Unión Europea amenaza con prolongar la agonía. Si los gobiernos no toman pronto medidas, la pandemia puede causar daño irreversible a la UE. Los gobiernos nacionales confiaron la compra de vacunas a la Comisión Europea (CE), pero no armonizaron estrategias de producción y distribución ni las prioridades en grupos de población. Estas diferencias alientan una creciente desconfianza hacia la vacunación contra la COVID 19. La prioridad de la UE tiene que ser resolver la escasez de vacunas. Los estados miembros tampoco se pusieron de acuerdo en este tema y algunos compraron suministros fuera de la UE. Austria y Dinamarca anunciaron un acuerdo separado con Israel para producir vacunas de próxima generación contra la COVID 19. El pacto prevé la creación de un fondo de investigación y desarrollo conjunto y la colaboración en ensayos clínicos fuera de los programas habituales de la UE. Mientras, Europa debe proteger a las personas vulnerables que aún esperan la vacuna y a las que por enfermedad o tratamiento no son candidatas a recibirla. Puede ser muy útil la terapia de anticuerpos monoclonales, cuya eficacia ha sido comprobada en Estados Unidos. En Francia, Alemania e Italia decidieron no esperar la aprobación de la AEM, y comenzaron a ofrecerla en cuanto consiguió la autorización de los organismos regulatorios nacionales. La CE creó un comité para que gestione el suministro de vacunas, que buscará movilizar toda la capacidad productiva disponible de Europa, y se ha fijado el objetivo de tener inmunizado al 70 % de la población adulta europea al finalizar el verano. En paralelo anunció la creación de «HERA Incubator», proyecto para acelerar la respuesta a nuevas variantes del coronavirus, que servirá de base a la futura Autoridad Europea de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA), la cual cumplirá un papel similar al de la Autoridad para la Investigación y el Desarrollo en Biomédica Avanzada de EE. UU. (Barda), que fue fundamental para el desarrollo acelerado de las vacunas Oxford AstraZeneca, Moderna y Johnson & Johnson y que consiguió en poco tiempo un suministro enorme de vacunas e iniciar una campaña de vacunación mucho más rápida que la de Europa. El éxito de la Operación Warp Speed del gobierno de EE. UU. para el desarrollo de vacunas contra la COVID 19 no es atribuible solo al presupuesto del programa (más de $ 12 mil millones) sino a que integra y coordina etapas en toda la cadena de valor de las vacunas, desde la investigación básica hasta la producción y distribución a gran escala. Así, los sectores público y privado comparten los enormes riesgos del proyecto. Otro factor decisivo para el éxito de Warp Speed fue haber encomendado su dirección a un veterano ejecutivo de la industria farmacéutica con experiencia en vacunas y a un alto general del ejército de EE. UU. a cargo de la logística. Para replicar una iniciativa como esta en Europa, la UE tendrá que movilizar una cantidad suficiente de recursos financieros y alcanzar un acuerdo entre los Estados miembros y la CE para que HERA tenga la autonomía que la agilidad de sus operaciones demanda. Puede servir de modelo el Consejo Europeo de Innovación, que con el Banco Europeo de Inversiones, suscribió un acuerdo con la biofarmacéutica alemana CureVac para asegurar el acceso de Europa a su próxima vacuna contra COVID 19. La dirigencia europea debe acelerar cuanto antes la vacunación contra la COVID 19 y definir una estrategia que favorezca la innovación farmacéutica en Europa.