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Una historia desconocida sobre el 30S

Avatar del Carlos Andrés Vera

Para este autor, este es un caso más -de tantos- que ilustra la importancia de dar con la verdad sobre los eventos del 30S.

La mañana del 30S, la teniente coronel Patricia Santillán estaba a días de ascender a coronel. Tenía 29 años de servicio en la Policía Nacional y estaba a cargo de la central de radio patrulla al interior del Regimiento Quito. Al ver el motín que se estaba armando, la teniente coronel dispuso a sus subalternos que se mantengan en las instalaciones y prohibió al personal salir a protestar. Cuando los policías amotinados quisieron tomar la central por la fuerza, Patricia Santillán y sus subalternos lo impidieron. De estos eventos existe amplia evidencia documental.

Cinco días después de los trágicos eventos de ese día, Santillán fue separada de la central de radio. La dejaron sin cargo ni funciones. A los dos meses le dieron de baja por mala conducta. Basado en esa baja, el entonces ministro Serrano le solicitó al fiscal Chiriboga que Santillán sea penalmente involucrada en los eventos del 30S. Fue entonces que el fiscal Gustavo Benítez la acusó de 7 delitos (incitación a la rebelión, tentativa de asesinato, entre otros). En 2016, Santillán fue declarada culpable y sentenciada a tres años de prisión. La versión oficial retrató a Santillán como una de las principales incitadoras a la rebelión.

Por esos días, la madre de Santillán sufría un cáncer y le rogó a su hija no ir a prisión. Ante el dilema, la expolicía se fue a Colombia. Durante años vivió en condiciones inhumanas, lejos de su madre, su familia y sus hijas. Volvió al Ecuador decidida a luchar por su reputación y limpiar su nombre.

Después de años de lucha judicial, en diciembre de 2021 un recurso de revisión la declaró inocente de todas las acusaciones. Las pruebas determinaron que nunca hubo un mal uso de la central bajo su cargo y el juez ordenó la reparación integral de todos los daños por parte del Estado. Hace pocos días, Patricia Santillán solicitó al ministro Zapata su reincorporación a la Policía Nacional.

Cuando le pregunté a Patricia el significado de todo esto, ella me contestó: “Me quitaron la mitad de mi vida”. Para este autor, este es un caso más -de tantos- que ilustra la importancia de dar con la verdad sobre los eventos del 30S.