Iniciativas para impulsar el desarrollo tecnológico de las Pymes

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Más allá de los clusters, es necesario plantearse la creación de una red de clusters que esté conformada también por la academia y las PYMEs. 

En Ecuador, las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) se consideran una valiosa fuente de crecimiento económico. Sin embargo, también se suele pensar que las PYMEs no tienen recursos suficientes para avanzar en el desarrollo de su tecnología interna. Debido a esto, las PYMES ecuatorianas requieren programas de transferencia de tecnología para incrementar su capacidad tecnológica. Visualizando esta necesidad, el Ministerio de Coordinación de la Producción, Empleo y Competitividad está formando clusters sectoriales (i.e. concentración de empresas y/o instituciones que se agrupan en torno a una actividad económica) para dinamizar la competitividad e innovación en Ecuador.

Más allá de los clusters, es necesario plantearse la creación de una red de clusters que esté conformada también por la academia y las PYMEs. El objetivo principal sería facilitar el contacto directo de los departamentos de investigación de las universidades y de sus oficinas de Transferencia de Tecnologías (TT) con PYMEs para desarrollar su capacidad tecnológica. De esta forma, es posible que se de la fertilización intersectorial y la innovación de la cadena de valor a partir de sinergias hacia la transformación final de la investigación en productos / servicios comercializables y sostenibles dando también un impulso a las economías locales. Esto va a permitir que la TT tenga una visión más sistémica y que no se espere que sea gestionada primordialmente por las universidades.

Sin duda, a través de esta red, las oficinas de TT que se encuentran principalmente en las universidades tendrían la oportunidad de ofrecer sus servicios a todos los miembros de la red, y también se impulsaría la creación de investigaciones aplicadas. Específicamente, es posible realizar una vigilancia tecnológica direccionada hacia capturar problemáticas con impacto internacional, y desarrollarlas mediante la red, para que se de la maduración de una tecnología específica y que obtenga beneficios económicos para el país. 

Con esto en mira, se necesita crear los incentivos tangibles y apropiados para que las empresas, universidades, investigadores, y organizaciones de apoyo empujen estas iniciativas. Al hacer esto, será posible incrementar el gasto en Investigación y Desarrollo y Actividades de Ciencia y Tecnología como porcentaje del Producto Interno Bruto, que, en el 2014, refleja un incipiente 0,44% (INEC, 2015).