¿Podemos vivir en democracia?
Si no ponemos un freno estaremos condenados a ser menos persona y cada vez más animal
Para vivir bajo un régimen democrático es indispensable que el ciudadano conozca sus derechos y obligaciones, establecidos en una Constitución aprobada por los representantes del pueblo. Democracia es el régimen político que da el poder al pueblo a través del voto, al elegir autoridades y representantes en forma temporal. En Ecuador pocas personas conocen que ese poder es un arma peligrosa cuando no hay educación, ni preparación, ni respeto por la Constitución. Si hubiera preparación obligatoria en colegios o universidades sobre derechos y obligaciones del ciudadano, tal vez elegiríamos a personas que no atenten contra los valores éticos y morales, que hablen en nuestro nombre, y no a quienes nos da vergüenza escucharlos hablar o leer. Hay descomposición de los círculos de poder, de lo que representa la autoridad, de lo que por tradición era una familia, o las instituciones, o lo que era ser hombre o mujer. Hoy enfrentamos comentarios de redes, telenovelas que transmiten algunos periodistas, groserías expresadas en entrevistas; ya nadie mide las palabras, que a veces llegan a ser soeces; y consideramos normal la vulgaridad. Hay exceso en todo: de ‘representantes’ que buscan derrocar, crear caos en lugar de construir una sociedad sólida; exceso de mediocridad, de permisividad, de ignorancia. Con apenas 5% de credibilidad creen que pueden ofender al presidente, ignorando su autoridad; a un pueblo que reclama sin asumir obligaciones (como los indígenas), a un pueblo, como en Salinas, que atropella las buenas costumbres y la moral. Si no ponemos un freno estaremos condenados a ser menos persona y cada vez más animal.
Martha Jurado Rodríguez