Ya es tiempo de recuperar nuestra normalidad y libertad

No hay razón para postergar la apertura integral, porque los riesgos que implica no serán diferentes en los próximos meses.

Muchos no estarán de acuerdo con esta opinión. A cada momento nos sermonean: que en esta pandemia aún no se puede regresar a la normalidad; que hay que cambiar nuestra forma de vivir y construir “una nueva forma de vida”. Como si la vida que hemos llevado haya sido responsable del surgimiento de la pandemia. Insisto en que debemos recuperar nuestra vida normal. No de manera insensata, pero sí en cuanto la crisis sanitaria lo permita. De esto estamos hablando: de la vida pospandemia. Luego de tantos meses en que nuestra vida ha estado restringida por el coronavirus, que podamos volver a reunirnos con nuestros familiares, a compartir tertulias entre amigos, paseos por los parques, gozar en nuestras playas; dedicarnos a nuestras actividades sin muletillas como conferencias mediante Zoom, hacer fiestas, abrazarnos; olvidarnos de esa frase inhumana del dichoso “distanciamiento social”. En última instancia es un asunto de libertad. Estoy de acuerdo que ante desastres como esta pandemia tuvimos que aceptar las restricciones de nuestra libertad para evitar la propagación del virus. Muchas de estas restricciones las asumimos los ciudadanos por propia iniciativa y responsabilidad, no todos somos indisciplinados. Pero las restricciones a nuestra libertad y normalidad impuestas por autoridades locales tienen que limitarse a las estrictamente necesarias, basadas en criterios objetivos, nunca con el afán de consolidar el control social. El objetivo tiene que ser restablecer la plena libertad de los ciudadanos en cuanto sea posible, lo que incluye libertad económica de empresarios y trabajadores y el derecho irrestricto de vivir como a nosotros nos parezca. Las lecciones de esta pandemia no ponen en duda nuestra vida como personas libres, pero sí el diseño de nuestras instituciones. Hay que hacerlas menos autoritarias y más dedicadas a fomentar la responsabilidad ciudadana. No hay razón para postergar la apertura integral, porque los riesgos que implica no serán diferentes en los próximos meses.

Ec. Mario Vargas Ochoa