¡Que no muera el legado de Francisco Segura Cano!
Sería bueno que el Ministerio del Deporte apoye los proyectos del presidente de FET para masificar el tenis
La última vez que visitó Guayaquil, conversamos y me expresó algo que fue como una premonición: “Esta será la última vez que regreso a mi país. Antes venían muchos amigos al aeropuerto, ahora nadie vino a recibirme”. Segura fue el primer tenista de habla hispana en lograr tres títulos mundiales a nivel profesional y se inmortalizó manejando la raqueta con el golpe de ambas manos; así lo exigía su famélica estructura ósea, al haber nacido con sus piernas corvas y sin mucho físico, pues provenía de una familia sin mayores recursos económicos. Cuando empezaron los sueños de nuestro cholo tenista, ayudaba a su familia trabajando de pasa bola en el Guayaquil Tenis Club, el cual recibía ayuda de ciudadanos como Jaime Puig Arosemena, Nelson Úraga, Juan Chérrez Gómez, Benjamín Rosales Aspiazu, Joaquín Orrantia González, Agustín Febres-Cordero, Juan Francisco Rojas, entre otros amigos del deporte blanco. El estadio que lleva su nombre se construyó por la urgencia de un campeonato sudamericano donde brillaron deportistas como Miguel Olvera, Eduardo Zuleta, Francisco Guzmán, Washington Suárez, etc., con lo que la familia del tenis creció hasta que llegaron los días maravillosos del Zurdo de oro, Andrés Gómez. Sería bueno que el Ministerio del Deporte apoye los proyectos del presidente de FET para masificar el tenis.
José Emilio Ruiz Ortiz