Cartas de lectores

Justicia divina

Cristo no es privilegio ni posesión de nadie. No vino a salvar a unos pocos sino a todo el género humano, sin importar raza, sexo o condición económica. No es una garantía de salvación sino la brújula que nos indica el camino a la vida eterna siempre que tengamos la voluntad de andar por nuestras propias fuerzas. Su reino está al alcance de todo el que renuncie al odio y opte por el amor, renuncie a la venganza y opte por el perdón, renuncie a la violencia y opte por la paz, renuncie a la mentira y opte por la verdad, renuncie al derroche y opte por la austeridad, renuncie al egoísmo y opte por la generosidad. Pero todo dentro del contexto de la justicia divina.

Alfredo Cepero