Cartas de lectores

Hay algo podrido en ciertos asambleístas

Quienes administran el dinero público no lo cuidan como al propio”.

Después del gobierno de Rafael Correa sigue oliendo mal en el Ecuador. Hay continuismo de la corrupción. Huele, y no a rosas. El Ministerio de Salud informó que se detectaron anomalías en 30 hospitales. Huele a traición, a billetes… en ciertos asambleístas como Daniel Mendoza, que defraudó a Pedernales al haber integrado una asociación ilícita para delinquir y dejarla sin el hospital que se debía construir. El pueblo se pregunta quién pactó con los asambleístas para repartir los hospitales públicos y los del IESS, como antes se repartían las aduanas. La Fiscalía tiene el deber de investigar este hecho, pues existe presunción de que ciertos funcionarios del gobierno están implicados. Así se comprobará que se han entregado cuotas para obtener el respaldo de ciertos asambleístas. “Los votos que se manejan en la Asamblea no son gratis”, manifestó la asambleísta nacional del PSC Cristina Reyes.

Afirma Osvaldo Hurtado en su libro Las costumbres de los ecuatorianos que si el Ecuador tuviera buenos ciudadanos, tendría buenos políticos; pero no los tiene y por eso tenemos malos políticos, malos partidos y malos gobiernos. La política y la democracia exigen ciudadanos con valores cívicos, que cumplan con la ley, paguen impuestos, se informen de la vida pública. “Para muchos ecuatorianos, el dinero público no es dinero ajeno, es dinero sin dueño, del que uno debe apropiarse. Quienes administran el dinero público no lo cuidan como al propio”.

César Burgos Flor