Sobre las escuelas y colegios

Estoy seguro de que en todo el tiempo que duró la pandemia ningún profesor ni directivo debe haber visitado las escuelas y colegios urbanos, peor los rurales

En el Diario de su acertada dirección, el 30 de abril del presente, el Sr. Abelardo García Calderón expresa que a nadie le importan los locales escolares públicos y está en toda su razón. Estoy seguro de que en todo el tiempo que duró la pandemia ningún profesor ni directivo debe haber visitado las escuelas y colegios urbanos, peor los rurales. Las condiciones en las cuales se deben encontrar no permitirán comenzar clases de la manera que merecen niños y jóvenes. El Gobierno tampoco ha atendido los requerimientos que hacen las comunidades y estas no han estado prestas a mantenerlas en buen estado, esperando la ayuda de esferas gubernamentales. El maestro desde hace muchos años dejó de ser el líder de las comunidades escolares y le importa muy poco trabajar con los habitantes de su entorno en la búsqueda de un mejoramiento en todos los ámbitos de la vida comunitaria. Esta misma situación se produce con barrios de ciudades grandes y pequeñas. En Guayaquil, muchos de los sectores están abandonados de la obra municipal. Guayaquil debe tener 16 alcaldes: cada concejal debe ser un alcalde del distrito por el cual fue elegido, trabajar por su sector y con su sector. Ese fue el objetivo que movió a quienes promovieron la elección por distritos. Los concejales deben estar ahí, junto con las comunidades para ver sus necesidades, resolver sus problemas, trabajar conjuntamente con los miembros de los barrios, mejorando parques, calles, colegios, escuelas, centros de salud, alcantarillado, luz y agua. Pero los concejales se han convertido en ganapanes, convidados de piedra que solo asisten a las sesiones, mucho tiempo en línea, para aprobar lo que la alcaldesa pone en tapete. Se ganan la plata sin hacer nada y dejan que todo el peso de la crítica recaiga en ella. Algunos protestan desde afuera, no cuando van a las. Guayaquil fuera otro si cada concejal cumpliera su rol y estuviera al frente de su sector no solo en tiempo de elecciones. 

Ab. Rodrigo Herrera Cañar