Crisis en la justicia del país

¿Qué pasa con la justicia? La hacen jueces, fiscales, Corte Nacional, Consejo de la Judicatura... Ellos muestran constante mal ejercicio jurídico, político y ético. Falta calidad y sobre todo una aplicación correcta y justa. Hay autoridades que toman decisiones por encima de la ley. La justicia está más ciega que nunca. El sistema judicial hace agua y esto se debe a la pésima formación de la mayoría de sus integrantes, altos niveles de desconocimiento, interpretación y corrupción, la lentitud de los trámites y una interminable cadena de obstáculos premeditados en los procesos. Este problema no es novedad; no existe un sistema judicial confiable por el profesionalismo de sus jueces, la honestidad de sus magistrados y el prestigio de sus instituciones. Lograrlo no es fácil, el peso de los intereses es enorme, y buena parte del poder de algunos partidos políticos y líderes se ha forjado por su control sobre el Poder Judicial y la participación del Estado. La desconfianza ciudadana en este poder es de un 70%. El problema es estructural, permitiendo el libertinaje judicial delincuencial constitucional al aplicar arresto domiciliario, ‘habeas corpus’, cooperación eficaz, privación de libertad, disculpas públicas, etc. Los tribunales emiten fallos que ponen en libertad a ladrones, criminales y traficantes de drogas, violadores y rateros de bienes públicos, algunos pese a tener sentencias en firme por cohecho, peculado, concusión. Hay un inédito enfrentamiento entre la Corte Nacional de Justicia y el Consejo de la Judicatura. Saquicela dice: “han metido la mano en la justicia”. Y la fiscal Salazar advierte el uso político de la justicia. Señor presidente, ponga orden.

Robespierre Rivas R.