Cartas de lectores: Hacer un balance que lo que ha valido la pena
Nos urge restituir los vínculos familiares y restaurar esta institución enraizada en la misma naturaleza del ser humano
Cohabitar armónicamente es nuestra dimensión satisfactoria, que nos estimula a cultivar la práctica comunitaria de atendernos y entendernos, de ser uno para todos y todos para uno. Nuestra pasión es el hogar que hemos formado corazón a corazón. Romper las raíces sería como dejar un cuerpo sin alma, un nido sin nada. Nos urge restituir los vínculos familiares y restaurar esta institución fundamental enraizada en la misma naturaleza del ser humano. Cuando su figura se desdibuja, el egoísmo, la prepotencia y las pasiones inhumanas crecen y predominan, hasta que nos hunden en un calvario de desafectos persistentes y continuos. La humanidad se ha deshumanizado porque la situación que nos circunda no parte de nuestras verdaderas entrañas, de la raíz del verbo único y del tronco indivisible. No hay que acostumbrarse a las cosas habituales, lo significativo es no dejar de asombrarse por las experiencias de cada jornada, reconociendo que la verdadera sabiduría se alcanza con la cátedra viviente, inspirada en la certeza absoluta de que lo único que precisamos es amor y vida.
Víctor Corcoba