Cartas de lectores: ¡Piñas no está sola, somos su fuerza!
Ante la furia de la naturaleza por los maltratos que le ocasiona el hombre, la lucha es imposible. Este necesita entender que no puede ni debe seguir irrespetándola, sino conservarla y protegerla como su mejor e insustituible aliada; la sana y excelente convivencia entrambos es lo ideal. No se trata de buscar culpables.
Las autoridades nacionales, provinciales y locales, y también las poblaciones, cada una en el ámbito de sus competencias, tienen obligación de preocuparse por el estado de sus entornos, permanentemente darles mantenimiento, normar oportuna y adecuadamente el uso de suelo y no ser contribuyente ni parte sustantiva en la creación y agravamiento de situaciones peligrosas.
Lo sucedido en Piñas por un gigantesco aluvión que deja tres víctimas mortales, centenares de familias afectadas, decenas de vehículos dañados y casas destruidas y afectadas por el agua y lodo, invita a gritos a adoptar acciones urgentes, mediatas y a largo plazo.
La pequeña ciudad de hace poco ha experimentado una explosión demográfica en los últimos años y se ha extendido exponencialmente. Son varias las quebradas a cielo abierto, pero cerca de una decena han sido embauladas o embovedadas, y alrededor de ellas hay urbanizaciones. Lo registrado no tiene antecedentes en su magnitud y constituye advertencia clara de lo que sucede si no se hace lo que la técnica recomienda.
En medio del dolor y la tragedia destaca la preocupación gubernamental con la visita del presidente Noboa y varios ministros, ofreciendo ayuda inmediata y el compromiso de apoyar para superar la emergencia. La acción municipal 24/7 merece reconocimiento especial. La activación de la Prefectura no se hizo esperar. El auxilio del cuerpo de bomberos local y de sus pares de otros cantones orenses es para el aplauso.
La cooperación de pueblos vecinos conmueve. Los medios de comunicación de Piñas y del país jugaron un extraordinario rol. Y fue trascendental y meritoria la solidaridad, generosidad y bondad de la comunidad piñasiense, volcada sin descanso a ayudar. Pero se requiere más, sobre todo del poder público para volver a la normalidad. El sector productivo (avícola, porcino, maicero, de ciclo corto, cacaotero, ganadero, Pymes), necesita atención inmediata. Los gobiernos municipales deben mancomunarse más. El Gobierno, además de intervención y trabajo directo, debe entregar oportunamente recursos para que se ejecuten obras que no pueden esperar.
Jorge A. Gallardo Moscoso