Cartas de lectores | ¿Existió la República de Guayaquil?

Esto nos obliga a escudriñar los documentos más importantes de la revolución octubrina

Uno de los grandes problemas de la Historia e Historiografía local y nacional es que la narrativa ha sido elaborada, mayormente, por literatos, docentes, sacerdotes, periodistas y gente de leyes. Esto ha hecho que la comprensión de los eventos históricos se vuelva opaca y poco comprensible, ya sea por poética o por ser muy técnica. Por ejemplo, la Revolución de Octubre de 1820 para el ciudadano guayaquileño común y corriente no pasa del baile de Isabelita Morlás, la aurora gloriosa y la fragua de Vulcano.

En la actualidad se ha presentado un grave problema de interpretación histórica, al descubrirse una República de la que nadie tenía noticia: la de Guayaquil. Su existencia solo se puede comprender de manera implícita, basándose en ciertas evidencias históricas que los historiadores han logrado ensamblar. Esto nos lleva a estar ante una construcción histórica artificial (realidad aumentada) ya que en el momento geo-temporal no tenía existencia real.

Esto nos obliga a escudriñar los documentos más importantes de la revolución octubrina: “El Acta del 9 de Octubre de 1820” y el “Reglamento Provisorio de Gobierno”, ya que estos fueron escritos, de puño y letra, por los propios revolucionarios. También debemos situar el evento dentro de la sangrienta guerra civil, mal llamada Guerras de la Independencia, entre españoles criollos y españoles realistas. Además, debemos puntualizar dos cosas muy importantes: los únicos protagonistas del acto bélico, en la madrugada del 9 de octubre de 1820, fueron los españoles criollos, y la única urbe que se independizó fue la ciudad de Guayaquil. El resto de los pueblos de la provincia quedó para después. Cada lugar se “independizaba” por sí solo, de acuerdo con su entendimiento, intereses y recursos económicos y humanos.

Cuando el ya nombrado Jefe Político del nuevo Cabildo guayaquileño, D. José Joaquín Olmedo, convocó a una Junta representativa de todos los pueblos de la provincia libre de Guayaquil, muchos historiadores creen ver la convocatoria a una Asamblea Constituyente. Al Reglamento Provisorio de Gobierno que la Junta representativa generó, lo tratan como si fuera una Constitución, concluyendo de esta manera que lo que se encuentra en dicho documento corresponde a un Estado republicano, es decir, a una República.

En conclusión, ni antes, ni durante, ni después (ni nunca) los próceres se permitieron hablar o escribir sobre la República de Guayaquil.

Prof. Wilson Ruiz Calle