Cartas de lectores | Las alegaciones de los dogmáticos

El dogmatismo (al igual que la superstición) es la gangrena del cerebro

Francamente, cada vez que leo las manifestaciones de los dogmáticos, más me convenzo de que, parafraseando a Voltaire, el dogmatismo (al igual que la superstición) es la gangrena del cerebro.

Acá en Ecuador, el señor Orlando Pérez, muy suelto de huesos, sale a comentar sobre la llegada de soldados estadounidenses a Manta, diciendo que se lo hace a pesar de que el pueblo, en la consulta del 16 de noviembre, negó esa posibilidad. El dogmatismo impide analizar los acuerdos existentes y comentar en el contexto de todas las legislaciones vigentes, como lo debe hacer cualquier comentarista maduro (y no por el de Venezuela).

Por otro lado, el señor Assange sale a demandar al comité Nobel de Noruega por haber otorgado el premio Nobel de la Paz a María Corina Machado. El señor Assange ignora que el Comité del Nobel es una entidad autónoma y libre de otorgar los premios según sus reglamentos. Se nota que no tiene idea de las autonomías, no en vano recibe el apoyo de personas autoritarias y dogmáticas.

José M. Jalil Haas