Cartas de lectores | La cultura, la ingnorancia y la mediocridad son como la tos

Esa omisión los ubica en el mismo nivel intelectual de quienes protagonizan tales excesos

Francamente, hay cosas que salen a la luz a la menor provocación, como la tos, por ejemplo, y que, finalmente, no se pueden ocultar.

Entre esas cosas están, sin duda, la cultura, la mediocridad y la ignorancia: se evidencian en cualquier circunstancia y son más visibles en los personajes públicos, como los políticos o los dirigentes —voceros de agrupaciones políticas o gremiales—.

Con motivo del reciente paro indígena, se ha presentado la oportunidad de constatar esta realidad. Las intervenciones del señor Vargas resultan patéticas. Su tránsito en cuanto a exigencias —desde la derogatoria del decreto que eliminó el subsidio al diésel hasta la petición de un salario mínimo vital inviable— carece de una contraparte seria o razonada; peor aún, de los elementos de conocimiento necesarios. Esto refleja un claro desconocimiento de las realidades nacionales y de las soluciones de fondo que el país necesita.

Es una demostración evidente de ignorancia. Lo lamentable es que existan personas que, supuestamente, son “analistas políticos” y que apoyen de manera incondicional esas posturas. No he visto a ninguno de esos “analistas” ni a los dirigentes del paro criticar la agresividad o el vandalismo exhibido por sus actores. Esa omisión los ubica en el mismo nivel intelectual de quienes protagonizan tales excesos.

Y ni hablar de los expresidentes o excandidatos presidenciales que, sin el menor asomo de vergüenza, salen a alentar actitudes vandálicas con frases como: “si necesitan abogados, aquí los tenemos” o “si necesitan alimentos, aquí los tenemos”. Francamente, estas son manifestaciones de oportunismo político mediocre, hasta decir basta.

Definitivamente, sus actuaciones son inocultables, como la tos que aqueja a cualquier ser humano. Lo peor es que no les importa alinearse con el vandalismo, la barbarie, la delincuencia y la ignorancia, con tal de obtener una pizca de apoyo político frente a la pérdida generalizada de respaldo que han sufrido.

José M. Jalil Haas