Tenemos buena memoria

Todos sabemos que "los pueblos que olvidan su historia corren el riesgo de repetir sus errores"

A todos los oportunistas que han vivido y viven en la cerca política mientras promueven sus propios intereses los confrontamos con la admonición del Apóstol de nuestra patria. Nada más indicado que el discurso de José Martí en el Masonic Temple, Nueva York, el 10 de octubre de 1887. Martí se preguntó: "¿A qué iríamos a Cuba?," y se contestó: "¿A ver a un pueblo entero, a nuestro pueblo, en quien el juicio llega hoy a donde llegó ayer el valor, deshonrarse con la cobardía o el disimulo? Puñal es poco para decir lo que eso duele. Ir a tanta vergüenza. Otros podrán. ¡Yo no puedo!" Desgraciadamente, para los apaciguadores y oportunistas -perdonadores de delitos en que ellos no fueron víctimas-, quienes hemos participado y participamos en la lucha por la libertad de Cuba tenemos buena memoria. Todos sabemos que "los pueblos que olvidan su historia corren el riesgo de repetir sus errores". Esa memoria nos recuerda que nuestros mártires reclaman justicia. Una justicia en que los asesinos reciban un castigo adecuado a la dimensión de su delito. Antes he dicho y ahora repito: "Sin justicia no habrá paz". Una paz que ha sido consagrada con la sangre de nuestros mártires y las lágrimas de nuestras mujeres. 

Alfredo Cepero