Los avivatos y las vacunas, una nueva historia

Las vacunas no son juego, salvan vidas pero cuestan dinero y se necesita tiempo para traerlas

El 15-jun-2021 compré en una farmacia y adjunto a la factura se emitió un documento desprendible acerca del plan de vacunación contra COVID-19. Al verlo me contenté pues confirmé que las palabras de las autoridades son verdaderas, pero al leer con atención el documento encontré que los datos sobre mi inoculación están errados, dado que registra “segunda dosis: pendiente de asignación” y esta ya la recibí el 26-mayo-2021 en el mismo lugar indicado en el documento. Al posesionarse el nuevo mandatario se hizo inventario de las vacunas para saber la existencia de las unidades ‘in situ’, mas, salvo mejor criterio, es muy importante levantar una base de datos para cruzar información sobre quienes ya fueron inoculados (en el gobierno anterior y parte del actual ) vs. las que faltan, a efecto de evitar dos escenarios desagradables de alta probabilidad: primero, que dichas dosis sean comercializadas para beneficio personal debido a que muchos no acudirán, pese a recibir las notificaciones, quedando dichas dosis a merced del uso que les quieran dar; y segundo, que por mala información, miedo, etc., las personas programadas para la cita decidan, por propia cuenta, recibir dos dosis más para reforzar su salud. Las vacunas no son juego, salvan vidas pero cuestan dinero y se necesita tiempo para traerlas. Aún es tiempo para no trabajar con bolsillo roto.

Ec. Marysol del Castillo