Cartas de lectores

Atacar con las mismas armas

Todo lo que hacen, si bien es producto del cinismo y la maldad -que linda con la sicopatía-, tiene apariencia legal

Al terminarse la alegría por la disolución de la Asamblea, varios organismos de poder han decidido arrimarse al correísmo. La Corte Constitucional (CC) asume ser un congreso enano y pone condiciones a los decretos presidenciales; el CNE tiene listo el software para el próximo fraude; el Cpccs tiene preparadas las próximas autoridades de control. El grupo del correísmo con los socialcristianos y aliados menores de la demagogia y el populismo están preparados para ganar las próximas elecciones con menos de 20 % de votos, algo antidemocrático. No cabe sostener que ahí está lo peor de lo peor, aunque sea verdad, pues lo mejor de lo mejor tampoco está ahí. Esa desconfianza vuelve nervioso al Gobierno. El Sr. Lasso debe convencerse de que el juego limpio en el activar político no existe; hay mucho dinero de por medio y demasiado que perder para los que tienen cuentas con la ley. Todo lo que hacen, si bien es producto del cinismo y la maldad -que linda con la sicopatía-, tiene apariencia legal. Y de eso parecen no darse cuenta en la CC y en el Gobierno. El Sr. Cucalón, porque parece que a él sí le oye y le hace caso el Sr. Lasso, debe pedirle que ejecute sus poderes especiales para desmantelar la Constitución de 2008, reorganizar el CNE y el Cpccs y lanzarse a la reelección, porque tiene un resultado en su haber que nadie puede negar: la economía nacional está saneada, el dólar impide una corrupción rampante, la inflación es la más baja del continente, el salario es el mejor y el mercado doméstico está inmejorable. El riesgo es ser acusado de dictador, pero recordemos que en la Roma antigua el ‘dictator’ tenía seis meses para ordenar todo al precio que sea. Y ese deber histórico tiene Lasso.

Francisco Bayancela G.