Aclaración sobre “¿El PSC es golpista?”

El PSC y sus aliados no han tomado “prestado el lenguaje (…) de los que se quedaron petrificados en el tiempo”, como señala, con mala fe, el columnista...

Señor director: en la edición del 12 de octubre de Diario Expreso se publica la columna de José Hernández, en la que, de manera sibilina, el columnista desconoce mi derecho a la libre expresión y, ufanándose de sus epítetos, descalifica mi permanente compromiso con la democracia. De este modo, sirviéndose de un periódico tan respetable, como el que usted dirige, el gárrulo opinador cumple, lejos de cualquier convicción y principio, la consigna de amplificar el marco mental de la pugna de poderes, elaborado por otros con más vuelo intelectual. Ante la mal intencionada distorsión del sentido de la frase “cuenta regresiva”, que utilicé en un comentario público y publicado, debo precisar que se trata de la pérdida constante, día a día, de aceptación ciudadana, es decir, de popularidad y credibilidad, del gobierno. Nada más. Sin embargo, por no haber leído siquiera a Curzio Malaparte, el columnista se imagina que detrás de esa frase está un grupo de demolición institucional. Los nuevos impuestos patrimoniales a las personas naturales y jurídicas, que contempla la Ley de Oportunidades, no son impuestos sino contribuciones no tributarias, según el columnista. En su obsesión por defender todo lo que provenga del régimen, se olvida que los tributos son de tres clases: impuestos, tasas y contribuciones por mejoras. Es saludable que existan organizaciones políticas como el PSC y sus aliados que mantengan, en forma invariable, una posición coherente y seria en contra del establecimiento de más impuestos en el país, especialmente, cuando los impuestos no contribuyen a la reactivación de la economía. Si, antes, la Ley de Defensa de la Dolarización no fue calificada por el CAL, inclusive con el voto del representante del actual movimiento oficialista, y el presidente Moreno tuvo que presentarla nuevamente, ¿por qué ahora se le niega a esa instancia legislativa su competencia para no calificar la Ley de Oportunidades? El columnista no ve allí ninguna contradicción y, por el contrario, responsabiliza al PSC y a sus aliados de la no calificación, a sabiendas que ni siquiera tienen un vocal en el CAL. Parecería que tiene la costumbre de leer la prensa con una semana de retraso. El Ecuador, en el siglo XXI, necesita de nuevas modalidades de trabajo, sin disminuir los derechos de los actuales trabajadores y empleados. Punto. Ni más ni menos. El PSC y sus aliados no han tomado “prestado el lenguaje (…) de los que se quedaron petrificados en el tiempo”, como señala, con mala fe, el columnista.

Dr. Luis Fernando Torres Torres