Según la revista Lecturas de España, el verdadero motivo de la polémica separación de Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler habrían sido los valores de la hija de ella, Tamara Falcó. Entre las supuestas idas y venidas del escritor peruano de la mansión de la socialité y las presuntas discusiones por sus celos, habría un gran desencuentro que marcaría un antes y un después para la pareja: las polémicas declaraciones de Tamara en México el pasado 2 de octubre, durante la asistencia de la empresaria al Congreso Mundial de las Familias junto al líder de ‘Hazte Oír’, Ignacio Arsuaga, y otros activistas en contra del aborto y que pugnan por la familia tradicional.

Los comentarios fueron tachados de homóficos, y generaron una gran polémica.

“Ahora estamos viviendo un momento muy complicado para la humanidad. Hay tantos tipos distintos de sexualidades, hay tantos sitios distintos donde puedes ejercer el mal que creo que en otras generaciones no era tan evidente y no estaba tan bien visto”, dijo la marquesa.

Unas declaraciones por las que ella se disculpó después, asegurando que estaban “sacadas de contexto” pero que, al parecer, habrían provocado una gran discusión entre su madre y Mario Vargas Llosa.

Aquello habrían “avergonzado” enormemente al escritor, quien ha sido una de las voces que más ha luchado contra la homofobia en América Latina.

Isabel no pudo superar la opinión del Premio Nobel de Literatura con respecto a su hija y la consideró una falta de apoyo.Fue la otra hija de Isabel, Ana Boyer, quien no se tomó bien la relación de su madre con Mario Vargas Llosa por la premura de la muerte de Miguel Boyer, pero Tamara fue diferente. 

De los hijos de Isabel Preysler, es la que compartió más tiempo con él. Congeniaron a las mil maravillas desde el primer momento. Convivieron juntos durante años hasta que la marquesa de Griñón decidió independizarse, han compartido semanas de vacaciones, acudido a fiestas...

En una entrevista de 2015, el escritor destacó el “espíritu emprendedor y optimista” de Tamara. “Siempre está de buen humor y siempre risueña”, revelaba a la vez que comparaba a la marquesa con su abuela Beatriz Arrastia, madre de Isabel Preysler. De la misma forma, Tamara siempre habló con cariño y admiración de Vargas Llosa. 

“Es un amor. Es una persona con una disciplina tan férrea... Es una persona llena de vida y siempre tiene una palabra amable”, confesó. Además, no dudaba en pedirle ayuda siempre que lo necesitaba: “Le interesa todo, habla con el jardinero, con el guarda de la caseta, con todo el mundo. Y todos los días tiene la misma rutina: se levanta a las 05:30, lee, hace deporte durante una hora, se ducha, desayuna y ya empieza a escribir. Pero es que de trato es genial porque le interesa todo”.

Ahora Isabel Preysler podría estar ilusionada con otra persona. Todo apunta a que se está viendo con un hombre que se dedica a los negocios.