
Pasos a desnivel en Guayaquil: "Hay que cambiar de chip o nos llenaremos de puentes"
El Municipio de Guayaquil sigue apostando a los pasos a desnivel. Se critica que haya más cemento en lugar de áreas verdes
En Guayaquil, cada vez hay más cemento y menos áreas verdes, es un comentario que se escucha constantemente entre los ciudadanos. Ahora, la construcción de varios pasos a desnivel ha provocado que especialistas, conductores y peatones se cuestionen si esto realmente ayudará a la movilidad o solo suma más concreto a una ciudad que ya luce gris.
A inicios de mayo, el Concejo Cantonal, encabezado por el alcalde Aquiles Álvarez, aprobó que la ciudad se endeude con el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) para construir tres pasos a desnivel. Están previstos en la avenida Barcelona, la vía a Daule y la avenida Benjamín Rosales, a un costo total de $77’100.000.
El 4 de junio anterior, el Cabildo informó que adjudicó dos pasos a desnivel, por $15’400.000, en la intersección de avenida del Bombero y Leopoldo Carrera, en Los Ceibos.
Además, la Alcaldía indicó este martes 17 de junio de 2025 que hará otras dos estructuras de hormigón en la intersección de Juan Tanca Marengo y Rodrigo Chávez González, por $13’400.000. La CAF también financiará parcialmente la obra.
En esta intersección, el Municipio de Guayaquil prevé hacer dos pasos a desnivel
Inversión debe enfocarse en el transporte público
EXPRESO conversó con especialistas en urbanismo y ciudadanía, que coincidieron en rechazar el concepto de “solución vial”, que el Municipio promueve para los pasos a desnivel.
“Somos una ciudad gris por todo el cemento que se ha construido y que se sigue haciendo. En vez de aumentar las áreas verdes y darle un respiro a Guayaquil, se gasta dinero en puentes que no solucionan el problema de raíz”, criticó Yamileth Casanova.
Ella utiliza el paso a desnivel inaugurado en avenida de las Américas e Isidro Ayora, que no cree que haya solucionado la congestión. “El tráfico sigue igualito. No tiene sentido ese puente. Es mucha plata, pocos resultados. Se necesitan más árboles en ese sector”, solicitó.
Yamileth Casanova, ciudadana
Para Ricardo Pozo, docente en diseño y planificación urbana de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, el Cabildo sigue enfocado en obras que priorizan solo a un tipo de vehículo, el motorizado, por sobre peatones y usuarios de transporte público.
“Está demostrado científicamente, en el caso de otras ciudades: ampliar la infraestructura y el ancho de las calles, cuesta más y, al priorizar al vehículo, se motiva a que más personas compre vehículos privados”, advierte el experto.
Para él, ese dinero debe usarse en el transporte público, ya sea completando todas las troncales previstas para la Metrovía o retomar el transporte ejecutivo que existía en la ciudad hasta hace pocos años y enfocarlo en sectores como vía a la costa.
Municipio de Guayaquil maneja un "enfoque antiguo" de movilidad
EXPRESO pidió entrevista a Luis Alfonso Saltos, asesor del alcalde y presidente de la Mesa de Movilidad Urbano Sostenible (MMUS), pero no respondió.
En una publicación, la Alcaldía argumentó que hacer pasos a desnivel “responde a un problema estructural de movilidad: en horas pico, la velocidad de circulación puede descender a menos de 10 kilómetros por hora y las filas de vehículos superar los 300 metros”.
Pozo insiste en que se debe dejar de pensar solo en movilizar carros y motos. “Se está priorizando el enfoque técnico de la ingeniería de tráfico pero un enfoque antiguo donde se priorizaba la fluidez del tiempo de transportarse del punto A al B, pero ahora se defiende no el tiempo sino la calidad del proceso de transportarse”.
Guayaquil, en riesgo de tener pasos a desnivel con más de un piso
El colectivo Masa Crítica Guayaquil manifestó: “Estas decisiones no solo perpetúan un modelo desigual de ciudad, sino que alimentan el fenómeno de demanda inducida: al facilitar más vías para los autos, aumentan los autos”.
Su publicación generó la reacción de la activista mexicana Areli Carrión, que comparó el caso de Guayaquil al de ciudades como Tijuana, Monterrey, y Ciudad de México, donde se proyecta un segundo piso en los pasos a desnivel, porque el primero ya no abastece.
En #Guayaquil pero también en #Tijuana #Tlaxcala #Monterrey #Xalapa #TuxtlaGutiérrez y ahora la ridiculez mayúscula de #CDMX de intentar hacer un segundo piso ¡para caminar sobre Tlalpan! https://t.co/iTcI3awpSI
— Areli Carreón 🇵🇸 (@arelibiciteka) June 17, 2025
Pozo coincide y manifiesta la necesidad de cambiar el enfoque. “Vamos a tener, en lugar de áreas verdes y espacios caminables, unos intercambiadores de tráfico gigantes: como no abastece el primer nivel, mandan otro más arriba. Son tallarines de pasos a desnivel de concreto, que a la larga deterioran la imagen urbana y la calidad del espacio público porque más vehículos es más contaminación y enfermedades respiratorias”.
“Al final, seguimos con la política de que el que tiene carro propio se transporta con comodidad y el que no tiene la capacidad tendrá que transportarse en bus saturado, cuando debería ser al revés”, añadió.
Obras deberían ser consultadas, no impuestas, dice experta
Otro problema de estas obras es que no se las consulta a la ciudadanía sino que solo se las difunde cuando ya se ha decidido hacerlas, como sucedió en Los Ceibos, cuando la Alcaldía organizó un encuentro la semana pasada con un grupo de residentes para darles detalles.
Así lo cree Carolina Morales Robalino, urbanista y representante de la sociedad civil en la MMUS, quien dice que “la planificación debería empezar a tomar un enfoque más diferente”.
“Todavía estamos considerando el tema de que manejamos iniciativas donde la autoridad toma la decisión y la población tiene que acatarlas, en lugar de trabajar desde la comunidad”, señaló Morales.
Clara Carrillo es una ciudadana que se muestra inconforme. “¿En qué momento se nos consultó a quienes vivimos y respiramos en esta ciudad, todos los días, si queríamos eso? ¿Realmente creemos que más pasos elevados son la solución a nuestros problemas de movilidad?”, dijo a EXPRESO.
“Durante años hemos visto cómo estas obras, lejos de resolver el tráfico, lo trasladan de un punto a otro. Y mientras tanto, seguimos sin ver inversiones reales en transporte público digno, ciclovías seguras o espacios peatonales accesibles. ¿Dónde queda la sostenibilidad? ¿Dónde queda la inclusión?”, agregó.
Una opción inclusiva son los cruces peatonales pero no como puentes sino a nivel de vía, dice Pozo. Incluso, menciona que son mucho más económicos que los pasos a desnivel.
“¿Por qué beneficiarían incluso a los conductores? Porque los usuarios del vehículo privado somos la causa de congestión vehicular”, manifestó.
Morales pide que se cambie la concepción: “si la Municipalidad quiere ser un referente en la historia de Guayaquil tiene que cambiar el chip porque sino siguen repitiendo patrones y nos vamos a llenar de puentes”.
Para seguir leyendo más contenido de EXPRESO, suscríbete aquí