Lourdes Aburto: “Debemos construir pensando en que todos tenemos derecho al sol”
La arquitecta sugiere apostarle a iniciativas innovadoras y a trabajar en nuevos conceptos arquitectónicos.
“El centro no se puede convertir en una feria para ser peatonal”
Leer másPara Lourdes Aburto, si bien a Guayaquil le hacen falta áreas verdes, puede ser más habitable si las autoridades optan por crear un plan macro sobre lo que tiene y le hace falta, y por establecer nuevas normas que incluso impidan que las edificaciones tapen el sol a las construcciones aledañas. Sugiere apostarle a iniciativas innovadoras y a trabajar en nuevos conceptos arquitectónicos, que a continuación EXPRESO profundiza.
- ¿Qué necesita Guayaquil para ser más habitable y reconfortable?
- Algunas cosas. Si yo quiero caminar en la calle confortablemente, nada debería alterar nuestros sentidos. Esto es, que ni el oído, ni el olfato ni la vista deberían impactarse por lo que vemos, sentimos u olfateamos. Y eso acá no pasa. Necesitamos mejorar el entorno con terrazas y techos verdes y apostándole a los jardines verticales. Tengo un proyecto, el Plan estratégico de ciudad verde y control climático, que habla de ello y se lo he enviado hace poco al Municipio de Guayaquil para que lo tome en consideración. Les ha gustado, pero entiendo que deben darme un dictamen. Ojalá y sea favorable para que pueda ser impulsado pronto.
- ¿Y qué propone este?
- Que se modifiquen y se creen nuevas ordenanzas respecto a estas temáticas. Necesitamos, por ejemplo, de una ordenanza que establezca que todos tenemos derecho al sol. Es decir, que no pongan edificios tan altos en relación al ancho de las calles, porque si son tan altos, se proyectan sombras al otro lado de la calle, evitando así que les entre un rayito de sol. Los edificios, asimismo, no deben tapar a otros, esa debe ser la base de la construcción. No podemos con una obra impedir que el sol llegue a las edificaciones aledañas, debemos construir pensando siempre en ese derecho.
- ¿Por qué es tan importante que se respete esto?
- Porque el sol es vida y como seres humanos, lo necesitamos: al interior de nuestras casas o dándonos incluso en la piel. No tener sol en las ciudades merma la calidad y psicología de la persona. Una ordenanza de estas, vigente ya en otros países, como México, sería ideal en zonas como la avenida 9 de Octubre en Guayaquil, que es una arteria histórica.
- Sin embargo, en esa arteria sí hay sol. De hecho, allí lo que falta es sombra. Es la queja común...
- Es verdad, pero es que ese rayito de sol no es lo único que necesitamos. Allí recibimos sol, sí; pero tanto que se crean islas de calor. No hay equilibrio. A la 9 de Octubre, como a otras zonas de Guayaquil, le hacen falta sombras, árboles y soportales. Hay edificaciones que, por citar un caso, son solo de vidrio. Eso se calienta y se proyecta hacia la ciudad. De allí que todo es un horno. Por eso son tan importantes las ordenanzas; detalles como estos, que establezcan inclusive el tipo de material que se utilizará en una construcción, son los que permitirán tener una ciudad verde.
No podemos derrumbar lo que ya tenemos, sin embargo, sí es posible modificarla y transformar otras áreas.
- Durante su intervención en el congreso, hizo énfasis en la necesidad de que las grandes metrópolis utilicen también el subsuelo. ¿Debe hacerlo Guayaquil?
- Por supuesto que sí. Aquí no hay arquitectura de pisos altos porque dicen que hay agua bajo el suelo y eso les da miedo. Pero yo soy de México, vivimos sobre el agua y aún así tenemos hasta el metro, toda una ciudad abajo. Entonces pueden darse cambios. No digo que en Guayaquil pueda haber metro de la noche a la mañana, pero sí se puede utilizar el subsuelo para crear espacios de parqueos. Eso va a propiciar a que haya áreas verdes arriba, que realmente son tan escasas. En Guayaquil se puede hacer tanto, incluso en época invernal. Paisajísticamente, pueden aprovechar esta época.
- ¿De qué manera?
- Aquí se puede captar el agua lluvia de todos los escurrimientos de cubiertas y calles, y eso -que permanecería almacenado en un espejo de agua, lo que sería bellísimo- serviría para regar nuestros parques. También podríamos crear cortinas de agua en los edificios, sería tan refrescante. Es posible y se lo podría fijar también por ordenanza para que la línea sea la misma. No obstante, previo a todo esto, resulta indispensable saber con qué cuenta Guayaquil, en cuanto a arbolado, infraestructura, materiales, parques... Esto es aplicable a ejecutar en todos los rincones de la ciudad.
- ¿Incluido en los barrios?
- Por supuesto. Este tipo de información en zonas como Sauces, donde hay tantos corredores y parques, nos ayudaría a hacer cosas maravillosas. Allí la gente saca sus sillas y sale aún a las calles a conversar. Si levantamos entonces la información de todo lo que tenemos, entonces podremos crear un plan macro. Un plan que, claro está, debe tener presente el clima de la ciudad y debe, paralelamente, incluir la ejecución de campañas de educación.
- ¿Que apunten a preservar el medioambiente...?
- Sí, pero que también alienten a reciclar y hagan énfasis en el patrimonio guayaquileño, a fin de que nos apropiemos de los espacios y los cuidemos.
- Teniendo en cuenta que uno de sus principales planteamientos se centra en la avenida 9 de Octubre, ¿comparte la idea de que en la reciente peatonalización que allí se dio, hubo una distorsión en el concepto, a tal punto que hubo nada más que una feria?
- Sí, aunque aplaudo que al menos se haya dado. Para ser una ciudad peatonalizada, esta o determinadas áreas deben estar asociadas a una actividad urbana, recreativa. Peatonalizar implica que el transeúnte pueda mirar, disfrutar, platicar. Y allí, se puede comerciar, sí, pero estratégicamente, y eso no se dio. Para hacerlo bien, resulta entonces necesario contar con una ruta turística que posicione los atributos que tiene esa avenida. Lo mismo se puede hacer en otras zonas. En Guayaquil se pueden hacer tantas cosas, pero planificando. Haciendo estudios.