La ola delincuencial que continúa azotando a Guayaquil, así como Diario EXPRESO lo ha registrado, ha obligado a más de un vecindario a colocar plumas o portones metálicos para encerrarse. Pero hay quienes concuerdan que esa no es la vía ni la solución. La ciudad no puede seguir “amurallada” o habitar en una “jaula”, y eso lo tienen claro los residentes de Los Ceibos.

Este sitio, que nació en 1962 como la primera ciudadela en la vía a la costa; han planteado un plan, bautizado como proyecto de seguridad y desarrollo sostenible, que pretende mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía, por supuesto, sin rejas y que sí cuente con entornos amigables para sus habitantes.

Se apegaron a los conceptos de ciudades amigables que maneja la Organización Mundial de la Salud (OMS), para, con soluciones simples, transformar los espacios públicos en una red segura que invite al disfrute de los habitantes.

Javier Rosero, presidente del comité Los Ceibos, reveló que el proyecto, de 46 páginas y cuatro etapas, ya ha sido enviado al Municipio hace unos días, y al momento se encuentra en análisis de varias direcciones, pues también involucra a la ATM. Él espera que la autoridad escuche este pedido.

“Esto puede ser un modelo a seguir en toda la ciudad para hacerla más amigable y que invite a vivir en armonía, necesitamos quitarnos de la cabeza ya el encierro”, precisó el dirigente, al hacer hincapié en la necesidad que existe de ser como Barcelona (España), por ejemplo; que tiene ‘megabloques’, que acerca todo a la comunidad y da cabida a la creación de ferias, plazoletas y la peatonalización de calles. Allí, en muchas zonas se ha restringido ya el tránsito de vehículos pesados.

Y precisamente, entre las soluciones que han planteado está colocar y crear más accesos a las áreas peatonales; y que las vehiculares, teniendo en cuenta que el 70 % de los vehículos que ingresan a la ciudadela no pertenecen a esta, sean manejadas, pero con ayuda de la tecnología, por los mismos residentes a través de un circuito de seguridad.

Así, uno de los primeros cambios previsto se vería reflejado en la calle Primera, a escasos pasos del Colegio Alemán. Aquí se restringiría el paso a los vehículos ajenos al barrio. Lo mismo que se prevé en el viaducto de retorno a la vía a Daule.

También figura la adecuación del ingreso desde la avenida Del Bombero hacia la Primera, además de la implementación de un sistema cerrado de cámaras de seguridad que cubra las zonas principales.

En la segunda etapa, por ejemplo, se prevé instalar ingresos automatizados a la entrada, en la avenida Primera, mientras que en la tercera fase también se contempla que aterrice la regeneración urbana en la avenida Segunda, desde la calle 17 hasta la Primera.

Así, apuntan a crear una vía amigable que fomente el deporte, las prácticas ambientales y sociales, generando una red que integre los parques y la avenida Principal. “La idea es que el Municipio ayude con las obras grandes y nosotros nos podemos encargar de la cuestión tecnológica. No es un proyecto que les signifique demasiado”, agrega Rosero.

Para moradores como Renate Schenker, la puesta en marcha debe ser de inmediato, pues se lamenta que la delincuencia gane más terreno. No ha visto un escenario de esta magnitud en los más de 30 años que habita en el sector y barajó la idea de regresar a su tierra natal, Suiza. “Amo al barrio, lo que queremos restringir es para que sea tranquilo, con muchas áreas verdes... No queremos más aislarnos”, argumenta.

En las peatonales, por ejemplo, cerca de Santa Cecilia, también se plantea que se levanten parques para mascotas, ahora inexistentes. Son acciones que la comunidad espera que sean atendidas por el Cabildo, a fin de tener una mejor convivencia.

Lourdes Carrillo, quien habita cerca de este vecindario, cree que ese giro todavía lo haría más bonito. “Los Ceibos lo tiene todo. Cafeterías que enamoran, espacios gastronómicos y dulcerías que facilitan el encuentro; su gente es unida, gusta de caminar... Si la autoridad les da la oportunidad de mejorar aún más la ciudadela, bingo. Este puede ser el inicio a replicar conceptos que nos permitan desarrollarnos”, argumentó.