Richard Carapaz dejó claro que es uno de los mejores ciclistas de ruta a nivel mundial y que en el ascenso es casi imbatible. El sábado 7 de noviembre lo demostró al asegurar el segundo lugar de la Vuelta a España y plasmar nuevamente su fortaleza en la montaña, esta vez en el alto de la Covatilla.

Su gran esfuerzo hizo que supere en la meta a Primoz Roglic por 21 segundos, lo que no fue suficiente para evitar que el esloveno obtenga el bicampeonato de la ronda española, para lo que tuvo que sufrir en un mano a mano constante con la Locomotora del Carchi durante 17 etapas.

Las bonificaciones conseguidas por Roglic al ubicarse entre los tres primeros lugares en varias jornadas jugaron a su favor, ya que sumó 48 segundos de esta manera sobre los 16 de Richie.

Pese a esto, Carapaz sigue haciendo historia al conseguir su segundo podio en una gran vuelta, tras el título del año anterior en el Giro de Italia, algo que pocos ciclistas han logrado.

Sobre lo vivido en la Vuelta a España, que culmina este domingo 8 de noviembre con una etapa llana en Madrid, Richie comentó que se encuentra “muy bien y muy contento de cómo han ido las cosas en la Vuelta porque hemos estado en la pelea y estoy muy emocionado por lograr un gran podio”.

En el último combate entre Carapaz y Roglic se evidenció una vez más la falta de gregarios para el tricolor, pese a lo cual volvió a dar el golpe en el exigente ascenso a La Covatilla.

“Conocía la subida perfectamente porque en 2018 lo había hecho con Nairo Quintana; tanto la dureza como el aire que también eran parte de la carrera”, destacó Carapaz.

También realizó un balance de su primer año con el Ineos Grenadiers, marcado por la pandemia y los cambios de planes que hicieron que deje su meta inicial de defender la corona del Giro para ir al Tour de Francia, y lo calificó como “espectacular, simplemente eso”.

El desenlace final de la Vuelta no estuvo exento de polémicas y tuvo un invitado inesperado en el duelo entre Carapaz y Roglic.

Cuando el esloveno más sufría en los dos últimos kilómetros del ascenso y se desesperaba al ver que Carapaz ya le llevaba 30 segundos de ventaja y estaba solo a 15 de alcanzarlo en el primer lugar, aparecieron los españoles Enric Mas y Marc Soler, del Movistar, para ‘ayudarlo’. Se ubicaron adelante del esloveno para respaldarlo y evitar que pierda más tiempo.

En el ambiente quedó la duda si esta decisión del equipo español fue la venganza sobre Richie, quien dejó el conjunto telefónico al finalizar el año anterior para fichar por el Ineos.

“Cada quien busca sus intereses. Tendrían sus intereses y no tengo comentario”, afirmó Carapaz sobre este suceso.

Por su parte, Mas indicó que “no ha sido ni ayudar a uno ni joder al otro, ni mucho menos. Ha sido una situación de carrera. Dan Martin se había quedado por atrás y hemos intentado ir a hacer cuarto en la general, nada más”, algo que al final no sucedió, ya que el español no superó la quinta casilla.