Exponer la piel a temperaturas bajo cero es una de las opciones de tratamientos faciales que ofrece el mundo de la belleza. Según la dermocosmiatra Gisel Salvador, la terapia con nitrógeno líquido, de grado médico, (con una temperatura menor a los 196 °C) consiste en aplicar de manera superficial en el rostro esta sustancia por cinco minutos, aproximadamente. De esa manera se produce una contracción en los vasos sanguíneos, lo cual da como resultado la tonificación muscular de ciertas zonas como el contorno de ojos.

Durante el procedimiento, el especialista utiliza pipetas de vidrio envueltas con gasas estériles que previamente fueron sumergidas en el nitrógeno líquido. Instantáneamente este elemento se convierte en gas y es así como luego se distribuye alrededor de la piel. “La sensación de frío es relajante porque no se toca directamente la piel. Si se lo hace, podría haber una quemadura”, dice Salvador. 

Para toda necesidad

Además de lograr la tonificación de los músculos, esta técnica cuenta con otros beneficios. Actúa como un rejuvenecedor facial porque su efecto tensor ayuda a disminuir las líneas de expresión y estimula la producción de colágeno y elastina. También es una alternativa para pieles con acné o muy irritadas por su acción descongestiva y antiinflamatoria.

“El nitrógeno líquido es una terapia que se adapta a todo tipo de cutis. Logra que la piel se vea superluminosa, reduce el tamaño de los poros y otorga una sensación calmante y de frescura”, añade Salvador.

Debe saber

• Requiere de hasta seis sesiones seguidas cada 15 días. Los resultados se evidencian de forma progresiva.
• Según cada requerimiento, Salvador explica que puede acompañarlo con otras técnicas como el láser, oxigenoterapia o radiofrecuencia. “Hombres y mujeres de todas las edades se pueden beneficiar de esta opción. Eso sí, es obligatorio hacer previamente una limpieza facial profunda para retirar el exceso de grasa y piel muerta”.