Gallo
Viviana tiene previsto celebrar el cumpleaños de Federico en julio próximo.Cortesía

Adoptó a un gallo para salvarlo de morir

Lo iban a entrenar para pelear, pero ese día otras aves lo atacaron y perdió un ojo.  Cuando parecía condenado a la olla, una joven lo acogió

A finales de junio de 2021, un gallo tuerto y agresivo llegó a la casa de Viviana Zuriaga listo para entrar a la olla. Había perdido su ojo izquierdo justo cuando lo iban a entrenar para las peleas. “Ese día soltaron a los gallos y lo atacaron. Quedó herido. Quienes lo tenían decidieron entonces que no serviría para pelear, pero que sí podía ser comida, así que nos lo trajeron. Aquí entró el destino”, cuenta esta diseñadora gráfica sobre la historia de Federico.

El animal llegó a su vivienda porque quien lo tenía hasta ese momento no se atrevió a matarlo. Había soñado que su hijo moría atorado por comerlo, así que decidió que lo mejor era que sirviera de alimento para alguien más.

Así fue como pasó varios días en la casa de Viviana, pero lejos de ella, en el patio, pues su familia conoce de su amor por los animales.

“Cuando lo vi le tenía miedo porque me habían advertido lo agresivo que era; le ponía comida de lejos, pero un 4 de julio salí y él corrió a mí, se subió para que lo cargue y se acurrucó. Ese día dije: es mío y nadie lo toca. Nos adoptamos”, cuenta. Desde entonces le gusta publicar fotos de su compañero en las redes sociales, donde algunos amigos la molestan con que debería convertirlo en seco.

3 (2)

Conservan a sus perros como si siguieran vivos

Leer más

Ella les sigue la broma. Y es que el nombre del gallo también tiene su historia. “Fue un juego de palabras de broma. Le puse Fede-Rico Au-Gusto haciendo referencia a que es rico y al gusto como la comida, además de que ama matar plantas de albahaca, se escapa para hacerlo, lo que hace que huela rico. También ama matar plantas de ajo, pareciera que se adoba solo”, dice entre risas.

Este gallo que pudo conservar su cresta al no poder servir para las peleas, tiene a sus seguidoras, las amigas de Viviana, que ya planifican su cumpleaños para julio. Están buscando recetas de pastel que pueda comer para tomarle fotografías como a los niños que ahora les permiten destrozar el pastel, bromea.

Gallo
Federico comparte con los otros animales de compañía del hogar.Cortesía

Viviana tiene además en su casa en Los Ríos a tres gatas: Xiao, Nala y Coco, y alimenta a animales de la calle. Pedrito, uno de esos felinos, entra al patio y se lleva bien con Federico. “No son grandes amigos, pero siempre están cerca. Fede no pelea con ninguno”, dice.

Reconoce que cuando este animal llegó a su vida cantaba todo el tiempo y resultaba molestoso para la familia. Lo hacía horas seguidas sin callarse, recuerda. “Tocó investigar mucho, vimos que para dormir debíamos meterlo en una especie de caja/cuna cerrada para que se sienta seguro, aprendió así a cantar muy bajo en la noche y su canto oficial a todo pulmón es a partir de las 09:00. Todos dicen que desconfinguré al gallo porque amo dormir y me deja hacerlo. Además, puede estar despierto a las 10 de la noche jugando conmigo sin problema, o pidiéndome más comida”.

Perro guía

Son los ojos de quienes no ven

Leer más

Viviana dice que Federico es como un niño pequeño que ama la lluvia y hace travesuras, pues se sube a algún lugar y lo bota todo y picotea lo que tenga a su alcance. Pero también tiene su carácter. Si le dan manzanas mal cortadas las patea de regreso. Le gusta que le acaricien el pecho, hace como un ronroneo y se duerme. “Responde, tiene diferentes tipos de cacareos para esto y si lo llamas y sabe que es por comida corre donde ti, si es por una travesura o para dormir (y no quiere) huye. Es todo un personaje”, dice orgullosa.

Gallo
Federico quedó tuerto cuando iba a entrenar para una pelea.Cortesía

  • El cuidado

A Federico le gusta el balanceado y también las manzanas. Algunas veces Viviana le pone aceite en las patas para que no se le resequen y talco para que no tenga piojos. Le da vitaminas.