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El vicepresidente Otto Sonnenholzner estuvo este domingo en la Cima de la Libertad en QuitoCortesía

Sonnenholzner dice que espera salir 'con la frente en alto' de la Vicepresidencia

En su discurso por la Batalla del Pichincha habló de la corrupción, de unidad, de la lucha contra la pandemia y de su trabajo

El vicepresidente Otto Sonnenholzner pidió este domingo 24 de mayo arrimar el hombro y “unidos sin egoísmos, levantarnos”. Lo hizo en el acto por los 198 años de la Batalla del Pichincha y tras la polémica que se ha levantado por el decreto del presidente Lenín Moreno que actualiza la estructura orgánica de la Presidencia. 

La interpretación de excoidearios del presidente Moreno y otros actores fue que con ese decreto se limitaba al vicepresidente. Pero Sonnenholzner no se refirió a este tema en su discurso en la Cima de la Libertad. Recalcó sí que su llegada a la Vicepresidencia no fue por un cargo, por los honores ni por un sueldo vitalicio al que dijo que renunció desde el primer día.

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Indicó que aceptó el cargo para trabajar al servicio del país sin sesgos ideológicos ni banderas políticas, alejado de las pugnas y los radicalismos. Habló de un objetivo claro: lograr que sus actos hablen más fuerte que sus palabras y que no ha parado de hacerlo desde el primer día. “El momento en el que el cargo de vicepresidente se convierta en un impedimento para seguir en esa ruta prefiero salir como siempre lo he dicho, igual que cuando entré el 11 de diciembre de 2018, de la mano de mi esposa y con la frente en alto”.

El vicepresidente dijo que es necesario luchar contra el coronavirus, contra la corrupción, las noticias falsas, contra el hambre, la inequidad, contra los intereses mezquinos de unos pocos que no quieren que el Ecuador abra los ojos. Pidió no bajar la guardia ante ests desafíos y "poner a un lado los conflictos estériles y las diferencias internas y externas. Estas no permitirán jamás el desarrollo de nuestro país", señaló.

Para el vicepresidente es necesario el combate a la mentira con la verdad, la corrupción con la transparencia y con todo el peso de la ley sin dar espacio a la impunidad. Manifestó que queda más claro que nunca que la unión de todos es imprescindible para sacar al Ecuador adelante. Habló de que tres crisis que son el desafío: la sanitaria, la económica y la social y eso "nos compromete a seguir haciendo lo correcto por encima de lo popular".

Mencionó que las decisiones tomadas por el presidente Moreno en medio de la crisis que exigen importantes sacrificios de todos. Insistió que es penoso, doloroso que el mal de la corrupción ha perseguido por tantos años. "Después de ver frente a frente a centenas de médicos en los hospitales jugándose la vida, duele mucho saber hoy que en el mismo edificio, en el mismo hospital habían tres o cuatro pillos viendo como se enriquecían, enriquecerse a costa del dolor ajeno en estas circunstancias, es un hecho criminal, un atentado contra la vida", reiteró.

Invitó al poder judicial que dijo, finalmente cuenta con la independencia necesaria para ejercer sus funciones "que le demuestre al país que esa lucha que se dio por la independencia no fue en vano y era necesaria".

El vicepresidente ratificó que quien entra a la política debe de ser para servir no para enriquecerse, "si quiere hacer dinero hágase empresario y créanme en cualquier ámbito público o privado la honestidad siempre será el mejor negocio. Pero no esa honestidad que se predica solo con la boca no esa no, la honestidad que se practica con el ejemplo esa es la única que nos sirve". Recordó que en su caso desde el primer día tuvo claro que el despilfarro y el irrespeto a los recursos públicos, si bien puede llegar a generar una falsa sensación de bienestar y bonanza en la ciudadanía, termina socavando la sostenibilidad del Estado. Añadió que el Ecuador no puede seguir cometiendo el error de tener un sector público obeso e ineficiente por eso en la Vicepresidencia aplicaron desde el primer día la austeridad. 

También hubo un mensaje para quienes "les gusta atribuirse las obras como propias les recuerdo una vez más las obras no son de los políticos son de los ciudadanos y la próxima vez que quieran decir que una obra es suya digan cuanto dinero pusieron de su bolsillo". 

Durante el acto castrense por los 198 años de la Batalla del Pichincha hubo un minuto de silencio por las víctimas de la pandemia y un agradecimiento a los diferentes actores que luchan en contra de ella.