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Militares y técnicos llegaron a la zona afectada para brindar asistencia.Patricia Oleas

La solidaridad se hace presente en Chunchi

La dotación de alimentos y maquinaria llega de provincias y cantones vecinos. Aún se trabaja en la remoción de escombros

La solidaridad ecuatoriana se volcó para los afectados del cantón Chunchi y Huigra, en Chimborazo, luego del deslave que afectó decenas de casas y bienes productivos. Alimentos y enseres se canalizan de a poco para los 550 afectados que permanecen en albergues improvisados; esto, mientras las autoridades estudian posibles soluciones.

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Tras el derrumbe del viernes pasado que a su paso (con desborde de afluentes) fue afectando vivienda y mobiliario público, personal del Ejército se hizo presente para acompañar a los comuneros que están en la tarea de rescatar los pocos bienes materiales que se divisan entre los escombros, así como los animales que han subsistido a la tragedia.

Hasta este domingo 14 de febrero, según comunicó personal del Ejército y bomberos de Chunchi y Cañar,  se pudo rescatar a cincuenta bovinos con vida, que estaban en medio del lodo. Estos fueron revisados y atendidos por técnicos del Ministerio de Agricultura.

“Para la zona del desastre se ha enviado 300 pacas de ensilaje de 50 kilogramos. Dos unidades móviles veterinarias    permanecerán en este cantón para solventar cualquier emergencia y para brindar asistencia a los productores se cuenta con la presencia de siete técnicos en el territorio”, manifestó Álvaro Delli, director distrital.

El rescate continúa, mientras la asistencia llega desde varias provincias y cantones vecinos. Esta consiste en mano de obra,    maquinaria    y alimentos para las familias albergadas.

“Queremos aportar en algo, es muy difícil para toda esta gente que vivía en sus casas, que tenía sus animales, su rutina,    y que ahora, tras la pérdida, debe estar albergadas sin saber cuál será su futuro, porque perdieron todo lo que poseían”, indicó Napoleón Cadena, alcalde de Riobamba, quien llegó a Chunchi con ayuda de maquinaria para remover escombros, vituallas y brigadas médicas.

El pasado sábado, técnicos dijeron que las constantes precipitaciones registradas en los últimos días, que desbordaron al río Guatagsí, afluente del río Chan-chan, podrían ser la causa de los deslizamientos. Eso aún está por confirmarse, pero la buena noticia, se informó, es que el sábado pasado se produjo un desfogue natural del cauce del Guatagsí, lo que redujo el peligro en el que se encontraban otras poblaciones aledañas

Washington Buñay, comandante general del Ejército, junto a Darwin Carrera, ingeniero de la 11 B.C.B, realizó un sobrevuelo del lugar afectado por el deslave con el fin de realizar un análisis de la situación actual y determinar los trabajos de ingeniería necesarios para evacuar los escombros, en medio del lodo y agua acumulados. Se espera que para este lunes o martes personal especializado del Instituto Geográfico Militar arribe para realizar estudios geológicos.

La situación de los albergados todavía es incierta, si bien reciben la atención de las autoridades, el problema de raíz aún está lejos de solucionarse. Los deslizamientos y sus efectos, agravados por las constantes lluvias y aguas subterráneas, ya se conocían desde marzo de 2020, pero nada se ha hecho para determinar las fallas geológicas y para impulsar una posible reubicación de pobladores.

“Estamos trabajando en colaboración con todas las instituciones, para encontrar soluciones definitivas, pero garantizamos la atención integral a todos los afectados”, indicó Walter Narváez, alcalde de Chunchi.

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Ayer, grupos de chuncheños,    residentes en otras ciudades, continuaban organizándose para seguir gestionando y entregando donaciones. “Vamos a ir al sitio, pero estamos esperando más colaboraciones, para seguir ayudando a los afectados”, manifestó Fernando Flores, voluntario de una de las iniciativas.