Resiliencia

La ONU define al riesgo como “...el grado de pérdida previsto, debido a un fenómeno natural determinado y en función tanto del peligro natural como de la vulnerabilidad”. Por otro lado, se considera, que la vulnerabilidad de un asentamiento está en relación con su propensión a sufrir algún tipo de daño y a las dificultades que enfrente para reponerse. La gravedad de los daños originados por una catástrofe va a depender de la magnitud o intensidad del fenómeno, del lugar donde se haya producido, del grado de prevención, de la capacidad de reacción y de la participación de la población. Existen asentamientos vulnerables por origen, puesto que han sido construidos sin ningún o poco criterio de seguridad desde sus inicios. Muchas ciudades del Ecuador son un ejemplo claro de esto.

Durante los últimos años se ha podido observar la tendencia creciente en la frecuencia y magnitud de los daños vinculados a las catástrofes naturales que han azotado las diferentes urbes en todos los rincones del planeta, siendo América Latina y el resto del mundo menos desarrollado donde se han producido los efectos más grandes con el mayor número de poblaciones afectadas y daños en sus asentamientos físicos. Según la ONU, los sectores menos desarrollados en América Latina concentraron más del 90 % de las poblaciones afectadas por diferentes tipos de catástrofes, debido a las malas condiciones habitacionales, herencia de la economía de esos países.

El Diccionario de la Real Academia Española define a la resiliencia como la “capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”. Por su parte, la ONU considera que la resiliencia de una ciudad o de un país es la capacidad que tiene para prepararse, reaccionar con rapidez y recuperarse de un desastre sin que afecte a sus planes de desarrollo.

Ante la magnitud del terremoto que acabamos de vivir en el país debemos sacar lecciones y estar preparados para minimizar los efectos de un desastre que se pudiera presentar, recuperarnos de lo sucedido y, sobre todo, planificar para el futuro.

colaboradores@granasa.com.ec