Recordando el Guayaquil de antes y ahora, una ciudad de cambios que avanza
Aún recuerdo mi primera votación para alcalde de Guayaquil, allá por 1992. Veníamos de un período de barbarie, donde en un año, a punta de golpe y bala podía un concejal amanecer como alcalde y al siguiente día, ya no ser ninguna de las dos dignidades. Tiempos funestos para nuestra, ciudad que llegó a ostentar el récord Guinness como la segunda más sucia del mundo, solo encimada por Calcuta, donde los espacios dentro del Cabildo porteño eran alquilados a mercaderes por metro cuadrado y si querías beber, drogarte o realizar otras cosas, también las podías obtener dentro del Palacio Municipal. El Ing. León Febres-Cordero tomó la decisión, con apoyo de la empresa privada, de correr para la Alcaldía, a fin de rescatar nuestro territorio del albañal en el que lo habían convertido quienes fungieron de sus administradores. En agosto del 92 asumió su primer mandato como alcalde, dando inicio al cambio positivo, primero en la autoestima del guayaquileño y luego desde la profundidades de la obra pública, para dejar listo y en camino para la revolución en beneficio de todos nuestros coterráneos el cambio por el Guayaquil del desarrollo. Luego la realizaron las buenas administraciones socialcristianas y para recibir a Guayaquil en sus 200 años de independencia en 2020, mi voto ha sido por ti, Guayaquil.
Francesco Aycart C.