Radiación, la asesina silenciosa

Radiacion, la asesina silenciosa

Aunque los especialistas advierten del daño que los rayos UV hacen a las personas, en Ecuador se programan partidos en los horarios de mayor exposición.

El pasado 24 de octubre la Liga española atendió un pedido del Sevilla y ordenó que se cambie el horario del partido que ese equipo disputó ante Leganés. El choque, en principio programado para las 16:15, se lo jugó desde las 22:30, ¿la razón? La previsión meteorológica que advertía señalaba una temperatura de 32 grados y un elevado índice de radiación ultravioleta (rayos UV).

En Ecuador, Delfín y algunos clubes de la Sierra acostumbran jugar en condición de local a las 12:00 situación que, a criterio del dermatólogo Miguel Ordóñez “es perjudicial para todas las personas que forman parte de un evento a la interperie (futbolistas, entrenadores, pasabolas, árbitros, personal de apoyo, periodistas y público en general)”.

“Entre las 10:00 y las 16:00 los rayos solares caen más fuerte. La exposición continúa, sin la debida protección, causan daños agudos y crónicos (ver gráfico), que pueden ir desde el envejecimiento prematuro de la piel, cataratas, hasta la muerte”, advierte.

Óscar Concha, exdeportólogo de El Nacional, apoya la tesis. “Se deben revisar los horarios en los que se juegan los partidos del campeonato nacional en todo el país. No es aconsejable programar los juegos en Quito entre las 10:00 y el mediodía. Por la altitud en la que se encuentra la capital la radiación es mucho mayor que en otras partes del mundo. Los partidos deberían ser en las últimas horas de la tarde. Pero, más peligroso que la radiación ocasional, es el asunto de la deshidratación. Por lo tanto, tampoco se debería disputar los encuentros de fútbol en horas en las cuales la temperatura ambiental es mucho más alta. Si vamos a pensar en la salud de los futbolistas, no solo pensemos en la radiación, sino también en la deshidratación, en la humedad ambiental”.

Los efectos no se los nota de un día para otro. Son el producto de décadas de descuido y, aunque al final todos son nocivos, existe un mayor riesgo en la Sierra, porque la diferencia en las capas atmosféricas hace que los rayos UV penetren con más rapidez en ciudades con una mayor altura sobre el nivel del mar.

Nassib Neme y Pedro Quiñónez, presidente y futbolista de Emelec, respectivamente, están a favor de que se revise la programación de encuentros en horarios potencialmente peligrosos para las personas que acuden a los estadios.

En los clubes quiteños la posición es contraria.

“No existe un argumento médico. Técnicamente ya está desvirtuado, así que no está bien que con datos sin sustento confirmado y médico pretendan imponernos la hora de nuestros partidos en Quito”, dijo Miguel Almeida, presidente de Universidad Católica.

“Los clubes de la Sierra vivimos y entrenamos bajo esas condiciones y no pasa nada. Nosotros también podríamos pedir que no se juegue en la Costa al mediodía”, esgrime Santiago Morales, gerente de Independiente del Valle.

El entrenador Alfredo Encalada considera que “la exposición esporádica de cada 15 días a los rayos solares no puede causar daño y mucho menos cáncer a la piel. Lo que sí puede producir daño a la larga, es la permanente exposición. Lo recomendable es usar bloqueador solar y camisetas con mangas largas”.

“Jamás una exposición de dos, tres, cuatro días puede causar cáncer. Generalmente hay que tener mucho cuidado entre las 11:00 y 13:00. Lo ideal es usar un buen factor de protección solar. Hay que recordar, que el antecedente patológico familiar influye directamente en la predisposición para el cáncer de piel. Además, se necesita una exposición prolongada a estas radiaciones”, señala Juan Hidrovo, deportólogo del Instituto Tecnológico Superior de Fútbol en Quito.

El debate continúa abierto y solo el tiempo dirá quién tiene la razón.

MGD-JLV-MOL

Arias: “ya me ha salido una mancha”

En los entrenamientos de Emelec es muy común ver al técnico Alfredo Arias usar una gorra con capucha, que también protege la parte de atrás de su cabeza.

“No soy un ejemplo de nada, al contrario, lo mío ha sido más de reacción que de prevención”, le dijo a Diario EXPRESO el entrenador uruguayo, quien además dio a conocer todas las medidas que ha adoptado, desde que comenzó a tener un problema en su piel.

“La verdad que estar tantas horas todos los días expuesto al sol en la peor hora me ha costado alguna mancha y trato de hacer lo que todos: uso bloqueador solar, me tapo la cabeza, orejas y nuca. También uso lentes oscuros, porque los ojos se me han irritado bastante”, acota.

No está en tratamiento, pero cuando termine la temporada tiene planificado visitar a un dermatólogo para evitar cualquier inconveniente.

Al ser consultado si aconseja a sus jugadores respecto a este tema, aclara que eso está en manos del departamento médico. Algunos de ellos utilizan bloqueadores durante los entrenamientos.

MGD