Determinar las circunstancias y los responsables del daño que sufrió el radar de Montecristi le corresponderá a la Fiscalía, señalaron las autoridades militares este viernes 1 de abril de 2022. Ese organismo abrió una investigación previa tras la denuncia presentada por la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) en noviembre de 2021. El radar estuvo en funcionamiento por 11 días hasta que una explosión ocasionó que sea inutilizado.

Lo único cierto hasta el momento es que la explosión de una parte del aparato no se produjo por falla en el sistema interno. Lo que queda por definir es el factor externo que pudo provocar la afectación. Al momento nadie puede ingresar en el sector del siniestro porque está en custodia de la Fiscalía. Eso ha implicado que por casi cinco meses tampoco los técnicos de la FAE puedan valorar su estado. Hay temor que la humedad pudiese afectar más el aparato. Por eso esperan autorización de ese organismo para trasladarlo al Centro de Radares en Latacunga, en Cotopaxi.

De ese informe también depende la aplicación de la póliza que cubre el sistema radárico y que está a cargo de Interoceánica. Geovanny Montenegro gerente general de Interoceánica dijo que esa empresa está lista para la aplicación de la cobertura del seguro para el radar porque ha dado la importancia que tiene el tema por el cliente y por la seguridad nacional. Han mantenido varias reuniones con los mandos militares para avanzar lo más que puedan hasta la presentación de los resultados de la Fiscalía. Solo de eso depende la aplicación del seguro pero necesitan saber qué cobertura aplicar.

El ministro de Defensa Luis Hernández y el comandante de la Fuerza Aérea Geovanny Espinel informaron el estado de las acciones administrativas efectuadas para determinar responsabilidades, en el caso de existir. A nivel interno, indicó Espinel, se iniciaron procesos administrativos disciplinarios para 25 militares de la FAE de los cuales 16 son oficiales y nueve son aerotécnicos. Los señalamientos son por fallas en alguna toma de decisión en el ámbito de la seguridad. No existen aún resoluciones en firme. 

Espinel afirmó que "no vamos por ningún concepto a permitir que la corrupción se mantenga en este tipo de situaciones", señaló. Anunció que, si es que existen malos elementos en la fuerza tendrán que salir de la institución, pero lógicamente siguiendo el debido proceso. 

Mientras tanto, Espinel aclaró que Manabí no es que se encuentra sin ningún tipo de vigilancia porque las acciones se efectúan desde la Base Aérea Eloy Alfaro y del Ala de Combate número 23 desde donde normalmente despegan los aviones de la fuerza de reacción.