Arte. El pintor elaboró los lienzos y la investigación a lo largo de un año.

El Quijote, con simbolos vikingos

Más allá de interesantes trazos y un creativo uso del color, la nueva exposición del artista Fernando Insúa ofrece al espectador toda una lección de historia.

Más allá de interesantes trazos y un creativo uso del color, la nueva exposición del artista Fernando Insúa ofrece al espectador toda una lección de historia.

Y es que los lienzos que forman parte de ‘Simbología’, muestra que abrió sus puertas en el hotel Oro Verde, cuentan como trasfondo las primeras lenguas de la humanidad, así como íconos que representaban a civilizaciones entre el 3100 y el 2800 antes de Cristo.

“El hilo conductor de estas obras es el uso de los primeros símbolos del mundo. Es un tema que me interesa desde hace mucho y que está siempre presente en mis pinturas y esculturas”, comentó el pintor.

El proceso de investigación tardó aproximadamente un año, período en el cual también se fueron elaborando los lienzos.

En estos aparecen los íconos del dios Sol, en el que creían distintas sociedades antiguas, partituras musicales e, incluso, la primera tabla hipocrática escrita en griego.

Pero pese al enorme paso del tiempo desde la época que retrata, lo que Insúa rescata de la muestra es cómo esta evidencia que la historia de la humanidad es cíclica.

“Lo que más me interesó es cómo el hombre antiguo y el moderno se parecen. Parte de mi investigación se centró en las primeras escrituras, que estaban en sumerio. El lenguaje escrito se desarrolló como una manera de los comerciantes de validar su producto y mantener control sobre sus ventas y patentes. Pero aparte de eso encontré, por ejemplo, cartas en ese primer idioma de un padre retando a su hijo, de cosas que pasan hoy en día”, señaló.

En las obras también aparecen las runas germánicas, los íconos del imperio incaico o los símbolos masones.

Una de las piezas más intrigantes, no obstante, es una en la que aparece Don Quijote de la Mancha, personaje favorito del artista y que, pese a no pertenecer a la época que retrata, se intercala con antiguos símbolos vikingos de lucha.

La exhibición, cuya selección fue realizada por la reconocida curadora Madeline Hollander, estará abierta al público hasta fin de mes. MTN