Discurso. Putin, ayer ante legisladores congregados en el Kremlin.

Putin ofrece a Trump alianza antiterrorista

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, mostró ayer un tono inusualmente conciliador en su discurso anual sobre el estado de la nación, diciendo que quiere llevarse bien con el próximo Gobierno de EE. UU. y hacer amigos, en lugar de enemigos.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, mostró ayer un tono inusualmente conciliador en su discurso anual sobre el estado de la nación, diciendo que quiere llevarse bien con el próximo Gobierno de EE. UU. y hacer amigos, en lugar de enemigos.

“Confiamos en aunar fuerzas con EE. UU. en la lucha contra una amenaza real y no imaginaria: el terrorismo internacional”, dijo Putin durante su intervención ante ambas cámaras del Parlamento.

Putin destacó que “esa tarea ya la cumplen nuestros soldados en Siria”, a los que alabó por su “coraje” en la lucha contra los yihadistas desde septiembre de 2015, entre los aplausos de los presentes en la sala de San Jorge del Kremlin.

Aseguró que el Kremlin no está interesado en “antagonismos”, “ni busca enemigos” y quiere mantener relaciones con EE. UU. “en un plano de igualdad”. “La cooperación entre Rusia y EE. UU. en la solución de problemas globales y regionales responde a los intereses de todo el mundo. Tenemos una responsabilidad común a la hora de garantizar la seguridad y la estabilidad internacional”, señaló.

La anexión de Crimea por Moscú en marzo de 2014, el conflicto en Ucrania oriental y la intervención rusa en Siria llevaron a la mayor degradación de las relaciones entre Rusia y Occidente desde el fin de la Guerra Fría en 1991.

Si bien el tono de Putin fue más suave de lo habitual, dejó claro que Rusia seguirá defendiendo con fuerza sus propios intereses. Tras quejarse de lo que calificó como “mitos” sobre las agresiones rusas o su interferencia en las elecciones de otros países como EE. UU. “Construiremos nuestro futuro sin los consejos de nadie más”, declaró el mandatario.

Putin tendió la mano al presidente electo de EE. UU., Donald Trump, justo cuando el Ejército sirio ha logrado reconquistar casi la mitad de los barrios del este de Alepo bajo control yihadista, lo que ha permitido a unas 30.000 personas abandonar la ciudad tras varios meses de asedio.

Según los expertos, Siria y Rusia quieren acabar con la resistencia yihadista antes de que Trump asuma el cargo en enero próximo.

El jefe del Kremlin regresó en septiembre de 2015 tras diez años de ausencia a la ONU para ofrecer a EE. UU. un amplio frente internacional contra el terrorismo en Siria, pero la Administración de Barack Obama rechazó el ofrecimiento.

Putin, cuya aviación suspendió sus bombardeos contra Alepo el 18 de octubre, ordenó esta semana desplegar hospitales de campaña en las inmediaciones de Alepo y enviar zapadores a la zona para desminar los barrios liberados por las tropas gubernamentales.

A su vez, recordó que “cualquier intento de romper la paridad estratégica es extremadamente peligroso y puede conducir a una catástrofe global”.

Espacio

Pierden un carguero

Una nave robotizada que transportaba suministros a la Estación Espacial Internacional (ISS) se quemó ayer al reingresar en la atmósfera terrestre tras un lanzamiento fallido, informó la agencia espacial rusa, Roscosmos.

El accidente no afecta las operaciones normales en la ISS ni la subsistencia de la tripulación de seis miembros, que cuenta con suficientes suministros, insistieron los responsables.

Fue el cuarto intento fallido ruso hacia la estación en los últimos dos años, incluyendo uno previo con otra cápsula Progress.