
La Asamblea, ejemplo de opacidad comparada con pares regionales
Apenas llega al 40 % de transparencia y ocupa el puesto 8 de 13
La Asamblea Nacional ocupa el puesto 8 de los 13 congresos de la región. Así lo presentó el estudio denominado Índice Latinoamericano de Transparencia Legislativa.
La investigación realizada por la Red Latinoamericana por la Transparencia Legislativa que agrupa a 32 observatorios midió las acciones de los legislativos en 2020 bajo los lineamientos de políticas de apertura y transparencia.
En el texto introductorio se señaló que “su nivel de transparencia se considera insatisfactorio” y su calificación en general es del 39,7 % ubicándose con la diferencia mínima de la media regional del 39,6 %.
El estudio fue divulgado ayer y registra las calificaciones de México, Honduras, Guatemala, Panamá, Costa Rica, Colombia, Venezuela, Perú, Bolivia, Paraguay, Chile, Argentina y Ecuador.
El archivo cuestionó la nula información de los procesos de contratación y preparación profesional del equipo de trabajo de los asambleístas de Ecuador.
“Se publica el listado de asesores y sus sueldos, pero no los antecedentes profesionales que dan cuenta de su calificación (curriculum vitae) y no se cuenta con información sobre los llamados a concurso del personal del Congreso”.
Este escenario no dista del parlamento que entró en funciones en mayo de 2021 que está manchado por denuncias de gestión de cargos a través de coimas como el caso de la legisladora Bella Jiménez en menos de los 100 días de gestión.
En cuanto a temas normativos “tiene importantes limitaciones” porque según expuso la investigación, no se contempla en la institución una política de datos ni la calidad de estos; en aspectos de género; regulación del cabildeo o lobby; una instancia oficial independiente que supervise y controle el acceso a la información pública que son calificados con un 0 % de transparencia. Además de que la Asamblea no dispone de una Oficina de vinculación y atención ciudadana.
Mientras que en regulación o instancia para la ética parlamentaria tuvo una calificación del 33,3 % y en la existencia de regulación de transparencia en el Congreso se situó en el 57,8 %. En temas de función de control político logró un 60 %. Así como el archivo de las versiones estenográficas con una efectividad del 55 %.
En el estudio señala que es “destacable” que la Asamblea ecuatoriana realice una rendición de cuentas participativa y periódica de parte de los legisladores para dar a conocer los resultados de su gestión y que cuenta con una participación ciudadana para la creación de sus leyes, este aspecto es calificado con el 44 %.
“Ocupar el octavo lugar evidencia que no basta con emitir normas, debe mejorar sustancialmente la transparencia, la rendición de cuentas” dijo Mauricio Alarcón, director de la fundación Ciudadanía y Desarrollo.