Brasil. El presidente Michel Temer durante un acto oficial.

Nuevas revelaciones tras el juicio que tiene en vilo a Brasil

Un día después de que la Presidencia lo negara y de que alegara que en la agenda oficial no consta en esa fecha ningún viaje del entonces vicepresidente de Brasil, el jefe de Estado admitió ayer que el 12 de enero de 2011 viajó al estado de Bahía junto

El presidente de Brasil, Michel Temer, admitió que en 2011 viajó junto a su familia en un avión del empresario Joesley Batista, dueño de la multinacional cárnica JBS y que lo acusa de corrupción, aunque dijo que desconocía de quién era la aeronave.

Un día después de que la Presidencia lo negara y de que alegara que en la agenda oficial no consta en esa fecha ningún viaje del entonces vicepresidente de Brasil, el jefe de Estado admitió ayer que el 12 de enero de 2011 viajó al estado de Bahía junto con su familia en un avión particular.

Temer por el momento rechaza todas las acusaciones y acusó a Batista de ser un “charlatán” y de ser “una persona que se jacta de eventuales influencias”.

En tanto, ayer el Tribunal Superior Electoral de Brasil inició la segunda audiencia del juicio que intenta establecer si hubo irregularidades en la campaña que la destituida Dilma Rousseff y Temer compartieron en 2014.

El proceso, suspendido en abril pasado y retomado este martes, pudiera llevar a despojar a Temer del poder que asumió el año pasado, después de que Rousseff perdiera el cargo en un juicio político en que fue responsabilizada de irregularidades fiscales. La primera de las audiencias fue dedicada a escuchar los alegatos de la acusación y el descargo de las defensas, que Rousseff y Temer, hoy enemistados, ejercen por separado.

El mandatario reiteró que se mantendrá en la jefatura del Estado hasta el final de su mandato, el 31 de diciembre de 2018, pese a las presiones para que renuncie y a que es sometido a un juicio en el tribunal electoral que puede costarle el cargo. EFE