Cierre. Luis Velasco asegura que alquilará un local comercial en otro sector del norte, pues su negocio no puede seguir funcionando en Samanes.

El norte cierra los negocios que funcionan en viviendas

Las exigencias de regulación por parte del Municipio los presionan y muchos se han rendido.

Han tenido por años los locales en sus casas: tiendas, bazares y comedores funcionaban sin inconvenientes, pero el panorama cambió. Las exigencias de regulación por parte del Municipio los presionan y muchos se han rendido. ¿El principal problema? el comercio en una vivienda que tiene un uso de suelo residencial.

Los dueños de casas la defienden como una alternativa al desempleo o una forma de completar ingresos. El Municipio explica que su función es regular. Y, de ser el caso, clausurar.

La situación puso en jaque a locales comerciales de Sauces, Alborada, Samanes, Guayacanes y otros sectores del norte de Guayaquil. En cada manzana hay al menos dos o tres locales. Los más comunes: tiendas y bazares.

Ahora, al intentar renovar los permisos de funcionamiento, se toparon con la noticia de que para obtenerlos deben realizar cambios en sus viviendas.

Y con eso, una serie de trámites y pagos. La medida los ha obligado a cerrar o ya han sido clausurados por funcionarios.

Willian Guerrero es uno de los afectados. Vive hace 25 años en Guayacanes. Tiene una tienda en su domicilio y es la primera vez que no puede obtener su permiso de funcionamiento.

El Municipio le dijo que para ello, su casa debe ser declarada residencial-comercial. “Ahora para abrir debemos cambiar de categoría y eso es muy costoso”.

Octavio Sigüenza y Fernanda Veintimilla, también moradores de la ciudadela, han optado por cerrar. Ambos superan los 70 años y dicen que no están dispuestos a pagar nuevos costos.

“Para cambiar el uso de suelo debo contratar un arquitecto. Deben hacerse nuevos planos y luego eso debe ingresar al sistema del Cabildo para ver cómo va el trámite”. Yo no estoy para eso, dice Sigüenza. “Prefiero vivir solo con lo que nos da la jubilación a mi esposa y a mí”.

Viviana Paredes, residente de Sauces 6, relata que su local fue clausurado en marzo pasado. “No sabía nada del cambio, pero como no había iniciado el proceso me sancionaron. Pagué la multa, pero no puedo abrir hasta que el nuevo plano de mi casa esté en el Municipio”.

Consultado por EXPRESO, el director de Urbanismo, José Rubio, se refirió a este tema durante la sesión del Concejo del jueves pasado. Entre otras especificaciones, explicó que si la tienda tiene un metro por cinco, es imposible extender el permiso de cambio de residencial a comercial, “porque no tiene forma”.

Dijo que este es un tema generalizado en Guayaquil y que, efectivamente se realizan controles que incluyen la clausura de los locales que no tienen las condiciones necesarias. Entre ellas, por ejemplo, una extensión mínima de tres por tres metros.

El Cabildo ofreció a este Diario ampliar hoy el tema.

En Samanes

“No nos dejan regularizarnos”

Decenas de locales comerciales ubicados a lo largo de la avenida Teodoro Alvarado Oleas, en Samanes 6, han tenido que cerrar porque, según algunos de sus propietarios, el Municipio les impide cambiar el uso de suelo de residencial a comercial.

““Nosotros compramos la casa con el objetivo de poner un local. Estamos en una vía principal y no es justo que los que están del lado de la avenida Isidro Ayora sí puedan abrir”, dice Margarita Villegas, una moradora del sector.

Villegas afirma que luego de varios meses de trámites en el Municipio, le informaron que no puede cambiar el uso de suelo porque la zona es “100 % residencial”.

En la misma situación está el morador Luis Velasco. “Nos vamos a cambiar porque ya nos han puesto cuatro multas. No nos dejan regularizarnos”. Velasco afirma que el comisario que lo sancionó se remitió a una reforma en uno de los artículos de la ordenanza que regula los establecimientos comerciales y que fue emitida en mayo de 2016.