Por una noche como la de 2012
Cuatro actores de aquel partido ante Flamengo hablaron con EXPRESO de ese mítico triunfo a horas de los octavos de final.
La fecha data de un 4 de abril de 2012. Fase de grupos de Copa Libertadores y Emelec se jugaba la vida en su campo, con su gente, ante el Flamengo de Ronaldinho. El empate lo eliminaba y durante el juego siempre estuvo detrás del marcador, hasta el minuto 90, cuando de penal, Fernando Gaibor transformó el drama en júbilo en un Capwell que convulsionaba. El resto es historia.
Hoy, tras 2.667 días, cuatro protagonistas de ese emotivo encuentro rememoran esa gesta como si fuera ayer, recordando que -como hoy- tampoco eran los grandes candidatos en 2012.
Para Marcelo Fleitas fue una noche “inolvidable” y contó que Gaibor no era el designado a patear el penal, pero que le otorgó la confianza por su personalidad. “Estaban Pedro (Quiñónez), Lucho (Figueroa) y Mondaini, pero cuando Fernando agarró la pelota con tal confianza, les dije que lo dejen. Ni como jugador me gustaba ver penales, pero cuando la gente celebró fue una alegría total. Fue un partido ida y vuelta. Una de las mejores noches que viví en el fútbol”, recordó.
Gaibor no solo tiene como anécdota ese gol, además reveló un momento con Esteban Dreer. “Cuando nos hacen el segundo gol yo discutí mucho con Dreer, nos pegamos un par de cruces (ríe), pero luego me tocó patear el penal y nos abrazamos todos. Fue un partido especial”, dijo el hoy jugador del Al-Wasl.
Para José Luis Quiñónez fue una “motivación única” tener que marcar a Ronaldinho, con el que “hablamos un par de ocasiones en el campo, cosas cortas del juego”. “No teníamos margen de error y tampoco éramos los más opcionados (a clasificar), pero el grupo estaba unido y motivado. Creíamos en nosotros y el no rendirnos nos llevó a esa victoria y después conseguir el boleto a octavos”, agregó el Pulpo.
Ángel Mena también estuvo y reconoció que en el momento del penal “solo quería ver la pelota al fondo de las redes”. Contó que “por más experiencia que tengas, a veces los nervios te traicionan. Yo a Fernando lo conozco mucho, sé del temple que tiene y qué le gusta hacer en esas circunstancias. Yo tenía la seguridad que lo iba a meter”, sostuvo.
Fleitas no olvida que tras la victoria, en el camerino, además de las lágrimas de felicidad que soltaron algunos protagonistas, miembros de la Boca del Pozo ingresaron a festejar la que fuera la primera victoria ante un brasileño por Copa Libertadores.
El héroe de esa noche envió un mensaje a los que él considera “aún compañeros”. “Ellos saben que a este club siempre se le presentan estas oportunidades y que lo jueguen como si fuera el último partido. Les deseo lo mejor”, cerró Gaibor.
Marcelo Fleitas, extécnico y jugador de Emelec
Fue una noche inolvidable. Era en una situación límite y con el empate estábamos afuera. Al frente teníamos un Flamengo con muchas figuras, fue un partido ida y vuelta, de infarto hasta el último minuto. Hoy, Emelec tiene un gran DT y directiva, la Copa es la motivación. Deben estar conscientes que son un equipo grande y deben jugarle de igual a igual a Flamengo.
Fernando Gaibor, exvolante de Emelec
En el penal se me cruzó todo por la cabeza. Primero estaba algo nervioso, pero cuando Figueroa me dio un par de consejos me llené de confianza. Me enfoqué, éramos el balón, el portero y yo. Me tuve confianza, elegí el lado y pateé. Enfrentar a Ronaldinho fue uno de mis más grandes sueños y se lo dije. Compartir en la cancha con él fue algo extraordinario.
Ángel Mena, exatacante de Emelec
La previa la vivimos con mucha intensidad. Flamengo es un equipo reconocido a nivel mundial y contaba con la estrella de Ronaldinho. Nos teníamos confianza y sacamos la casta de equipo grande, demostrando que se puede jugar de tú a tú con cualquiera. Lo vivimos como algo histórico, un recuerdo bonito. Que mañana (hoy) Emelec vuelva a repetir esta alegría.
José Luis Quiñónez, exdefensor de Emelec
Nos jugábamos la clasificación y creo que eso nos llevó a luchar hasta el final. Aunque siempre estuvimos atrás en el marcador, nunca nos desanimamos, sabíamos que podíamos darle vuelta al partido. En estos duelos, la hinchada juega un papel fundamental, nunca bajamos los brazos porque nos alentaron a más no poder y le dimos una victoria linda que jamás van a olvidar.