Según el Ministerio de Transporte, a las terminales privadas habilitadas llegaron el año pasado 935 buques y 983 a Contecon. Estos recibieron 17,1 millones de toneladas de carga no petrolera, de un total de 20,2 millones que se embarcan y desembarcan en e

La navegacion por el canal es cada dia mas peligrosa

Los capitanes se quejan: las boyas están dañadas y las cartas náuticas, desactualizadas. La autoridad se compromete a modernizar el sistema.

Es un canal de 95 kilómetros por donde llegan 85 de cada cien productos que Ecuador compra desde el exterior. Y por donde salen 75 de cada cien bananas, todo el camarón y todo el cacao que se venden al mundo.

Es un canal con problemas de grueso calibre: algunas de las boyas de mar están dañadas o perdidas, los faros tampoco funcionan bien y, para colmo, las cartas náuticas marcan una profundidad que no es la misma que la del sonar de los buques.

Solo hay discrepancias entre capitanes y autoridades en la cantidad de boyas dañadas, pero concuerdan en que es un problema que afecta la navegación por la zona.

“Esto pone nerviosos a los capitanes de los barcos”, confirma a Diario EXPRESO Javier Moreira, el máximo representante de la agencia naviera CMA-CGM, una de las tres más importantes en esta ruta del océano Pacífico.

Quien puso la alerta es el capitán Enrique Gallardo, presidente de la Asociación de Prácticos de Guayaquil y uno de los experimentados en traer los buques por la ruta.

Él conversó con EXPRESO. “Estamos en un total abandono. Cada día se van perdiendo boyas y no son recolocadas, provocando un peligro grande a la navegación ya no solo nocturna, sino diurna. Hay boyas en los ejes principales de giro que se han perdido. Muchos capitanes cuando salen tienen que enfrentarse solos y no tienen la necesaria ubicación para poder dirigirse”.

Moreira reitera que los cascos de algunas embarcaciones han rozado con el sedimento, situación que ha sido comunicada por los prácticos.

Algunas batimetrías de empresas privadas demuestran que las profundidades no están en 9,75 metros, que fue la mínima acordada en el contrato firmado entre APG y la concesionaria del puerto Libertador Bolívar (Contecon). En algunas zonas hay hasta 8 metros.

El gerente de Autoridad Portuaria de Guayaquil, Guido Ferreti, reconoce el problema, pero admite el daño en menos del 10 % de las boyas. Añade que ya se ha pagado al Inocar, pero que buscará otro sistema moderno, ya sea vía licitación o mediante alianza público-privada.