La coalición opositora Frente Salvación Nacional, que incluye al islamista Ennahda y formaciones socialdemocrátas, reclamó este 10 de diciembre de 2022 en una manifestación en Túnez la dimisión del presidente tunecino, Kais Said, a una semana de las legislativas en el país.

Como la mayoría de formaciones políticas, esta coalición boicoteará los comicios, que se regirán por una nueva ley electoral que excluye a los partidos, y congregó a cientos de simpatizantes que calificaron la agenda de Said, quien gobierna con plenos poderes, como un "golpe de Estado".

La manifestación fue visiblemente menos concurrida que las convocadas estos últimos meses en el centro de la capital tunecina, en medio de una creciente desafección política y una campaña electoral que pasa desapercibida.

Los comicios del próximo 17 de diciembre cierran la hoja de ruta impuesta por el presidente desde que el 25 de julio de 2021 suspendiera el Parlamento (disuelto finalmente en marzo) y se arrogara plenos poderes para, asegura, "rectificar la transición" de 2011 que comenzó con el derrocamiento del dictador Zin el Abidin Ben Ali.

Las elecciones se celebran con una nueva Constitución, que sustituye a la de 2014 e introduce un sistema "ultrapresidencialista", tras el referéndum del pasado 25 de julio, también convocado por Said unilateralmente, en el que participó algo menos del 30% del electorado.

"Estamos contra el golpe de Estado. No aceptamos que haya un presidente injusto, un presidente que haga complots en un palacio de espinas. El Palacio (presidencial) de Cartago es un palacio de espinas. Teníamos miedo de Ben Ali y ahora tenemos miedo de un segundo dictador, por eso estamos en contra de Kais Said", declaró Sabah Chedli a EFE con la Constitución de 2014 en la mano.

Los manifestantes enarbolaron pancartas contra el presidente y también denunciaron la situación económica del país, que afronta casi un 10% de inflación y desabastecimiento de productos básicos.

El histórico activista Ahmed Nejib Chebbi, conocido opositor de Ben Ali que lidera la coalición, pidió el "retorno a la vía constitucional" y el boicot de las próximas elecciones.

El partido tunecino Desturiano Libre (PDL), que reúne a miembros del antiguo régimen, defendió el 11 de diciembre, también el boicot y anunció que demandará "a los candidatos, a la autoridad electoral, el poder político y las organizaciones implicadas en el control del escrutinio", al cuestionar la independencia del proceso judicial.

A los comicios del próximo sábado concurrirán un total de 1.055 candidaturas uninominales (121 mujeres), sin partidos políticos, para optar a ocupar los 161 escaños del nuevo Parlamento que tiene un papel más limitado en la nueva Constitución.