La mediocridad y el poder

No hay nada peor que un mediocre con iniciativa, y esto se agrava cuando esos mediocres alcanzan el poder y están desesperados por enriquecerse: manotean desesperadamente sin ningún apego a las leyes, obnubilados por enriquecerse a toda costa, indiferentes ante las normas y procedimientos.

Hoy, señor director, están claras las consecuencias en el país. Hay claras evidencias de esos desafueros y el único argumento que exhiben es el de “persecución política”, no exhiben aclaraciones contundentes antes los cuestionamientos legales o éticos, solamente “persecución política”.

Ing. José Jalil Haas