Me dueles Ecuador

¿Por qué nos estamos destrozando entre hermanos? ¿Por qué los comentarios públicos de la situación, que no califican como análisis, recurren con frecuencia al prisma deformante de los estereotipos, prejuicios, clichés, generalizaciones o visiones unilaterales? ¿Qué huella dejará en los niños y jóvenes de Ecuador la inmersión en visiones sectarias, violentas, fanáticas?

Para comprender la debacle no echo mano a la política ni a la economía, no es lo mío. ¿Y si lo fuera, sería acaso suficiente? No. La brutal descomposición de la convivencia experimentada estos días es demasiado compleja e inmediata. Como formadora viene a mi mente la perspectiva de Maslow: “La gente debe tener conciencia de que cada vez que amenaza a otro ser humano o lo humilla o lo hiere sin necesidad o lo domina o lo rechaza, se convierte en fuerza creadora de psicopatología, por pequeña que esta fuerza sea. Debe comprender, que cada persona que es amable, servicial, decente, psicológicamente democrática, afectuosa y cálida, es una fuerza terapéutica, por pequeña que esta sea”.

Claro, con esta mirada de la psicología humanista no pretendo comprender las sociedades latinoamericanas contemporáneas, sus extremismos, su inadaptación a un mundo globalizado/tecnologizado, su multiculturalidad y la innegable transformación de sus identidades.

Las ideas actuales de García Canclini, entre otras, aportan nuevos focos de lucidez para mirarnos desde la comunicación: “Las tensiones entre globalización e interculturalidad pueden ser concebidas como una relación entre épica y melodrama... Quizá la disyuntiva principal no sea defender la identidad o globalizarnos”. Recomiendo leer su libro: La Globalización imaginada.

¿Qué reflexiones conviene articular con toda la comunidad universitaria, en nuestro caso la U. Casa Grande, considerando nuestro fuerte compromiso con la inclusión/diversidad? ¿Qué nuevos horizontes debemos incorporar desde la investigación, la vinculación y responsabilidad social con la comunidad sumándonos a la comprensión, a la solución y no al caos?