Movimiento. Una extensa jornada cumplen los talleres mecánicos ante la demanda de sus servicios de los transportistas urbanos.

‘Avance, que al fondo del taller hay espacio’

Cincuenta y seis operadoras fueron visitadas por la ATM para constatar la aplicación de las adecuaciones que sus unidades de transporte deben realizar conforme.

Por estos días, la popular frase de los transportistas “avance, que al fondo hay espacio” podrían aplicársela a ellos los talleres mecánicos.

El local de Mario Ladines, situado en la 21 y Oriente, tiene capacidad para cuatro buses. Como está copado, tres unidades esperan en los exteriores su turno para ser intervenidas.

Los diez empleados, entre soldadores, pintores y oficiales, trabajan desde las 08:00 hasta las 18:00, de lunes a sábado. En este mes hay poco tiempo para el descanso, comentan.

En iguales circunstancias se encuentran otros talleres, como por ejemplo, los situados en las calles 24 y Letamendi y la 11 y Brasil.

Ladines dice que en un mes han adecuado 35 vehículos. Confía en que habrá más demanda hasta finales de julio, que es el plazo para que las unidades de transportación pública implementen mejoras para continuar operando.

Del 1 al 15 de agosto, los vehículos serán censados para verificar si acogieron las condiciones de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM). De ello dependerá que obtengan el Registro Único de la Autoridad de Tránsito (RUAT). De lo contrario no podrán circular, al menos en la ciudad.

Estas medidas se cumplen luego de que se suspendiera la realización de la consulta popular en la ciudad para regular las tarifas de transporte urbano, en función de los servicios que ofrece. El pasaje se incrementará de 25 a 30 centavos.

Según los transportistas, la inversión por unidad va desde los 800 hasta los 4.000 dólares.

La distancia entre los asientos, ampliación de corredor y puertas, está entre las principales implementaciones.

Cooperativas como Gran Colombia tienen el 80 % de sus 105 buses listos para el censo. El gremio acoge a las unidades de las líneas 45, 50 y 94.

Su vicepresidente, José Lema, señaló que entre los inconvenientes está la saturación de los talleres mecánicos y la escasez de ciertos accesorios.

También la traba para retirar cinco buses de la concesionaria, debido a que no han recibido los bonos por chatarrización, que es de 17.750 dólares.

La falta de accesorios y de equipos, como de aire forzado, es uno de los problemas que afectan a varias cooperativas.

Es el caso de Nuevo Ecuador, cuya línea es la 44. Jorge Macías, principal del gremio, afirma que 15 unidades están a la espera porque importadores y casas comerciales no traen algunos implementos. Y que hay accesorios que elevaron su precio hasta en un 5 0 %.

Macías está consciente de que no hay prórroga, por ello buscan la manera de que sus unidades no queden rezagadas.