Director de la Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos (Aedep).  Periodista, escritor y pintor. Exeditor del Diario Hoy, ex director regional de Ecuavisa y docente universitario. Ganó cinco premios periodísticos y ha escrito varias novelas.

“El sistema de propaganda es regresivo”

Es uno de los principales defensores de la libertad de expresión. Ha sido amenazado por defender los Informes de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión. Diego Cornejo, director de la Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos, conver

Es uno de los principales defensores de la libertad de expresión. Ha sido amenazado por defender los Informes de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión. Diego Cornejo, director de la Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos, conversó con EXPRESO sobre el Premio Especial de la SIP a la Aedep.

¿Cómo está la libertad de expresión en Ecuador?

La situación es peor que en Venezuela y Nicaragua. El sistema de propaganda instaurado por el régimen ha sido muy regresivo sobre derechos de comunicación, ciudadanos, periodistas y empresas periodísticas. Las condiciones son muy graves y negativas, pero sobre todo se elaboran muy sofisticadamente. Es un sistema bruto pero no brutal.

¿Cuáles son los ejemplos de cómo la Ley de Comunicación impide el trabajo periodístico?

Han habido muchos juicios penales y administrativos contra periodistas y periódicos. También procesos administrativos y multas enormes. Hay indefensión jurídica, todo esto crea un ambiente de censura.

¿La Ley de Comunicación debe ser derogada o cambiada?

Debe ser derogada. Lasso y Viteri apoyan esto, pero Moncayo, el candidato de centro-izquierda, dice que debe ser modificada. Eso significa que simpatizan con la ley de Correa.

Una enmienda constitucional dice que la comunicación es un servicio público.

Es un derecho de la ciudadanía. Uno de los dogmas de este Gobierno dice que la comunicación debe estar controlada por el Estado. El debate por el discurso e interpretación de la realidad es una teoría de la década de los 60. Esto es una aberración y su efecto es un control autoritario de la comunicación, en el cual los medios se manejan como una concesión, así como el servicio del agua potable. Esto riñe con los principios interamericanos sobre la libertad de expresión.

¿Qué papel juega la Supercom en todo este panorama?

Funciona como un tribunal especial. Es antidemocrático e inconstitucional, aplica la ley en condiciones contrarias al sentido común y a la base democrática. La Supercom acusa, actúa como fiscal y juez. Todos los procesos que ha seguido la Supercom terminan con resoluciones que favorecen al acusador.

El superintendente de Comunicación ha sido muy criticado.

No es independiente. Cae en el prevaricato constantemente. Ha hecho incontables pronunciamientos públicos sobre periodistas y medios con adjetivos reñidos con su cargo. Un juez no puede hacer eso.

¿La redistribución de frecuencias es un tema político?

Hubo muy poca transparencia en el concurso de redistribución de frecuencias. Se desarrolla coincidencialmente en un proceso electoral y puede condicionar a los medios que podrían perder las frecuencias de radio y televisión.