“Una planta de tratamiento”

Señor Director, quiero comentar algo que he notado mientras conduzco por las noches hacia mi domicilio. Un fuerte olor emana -no es siempre pero ocurre- en Samborondón, que se puede percibir claramente entre los kilómetros cuatro hasta el siete, más o menos, de la vía a ese cantón. Es tan fuerte la fetidez que hasta se filtra en los vehículos pese a que los vidrios están levantados y el acondicionador del aire encendido. No me imagino qué sentirán los residentes en dicho sector. Esto puede deberse a las aguas servidas; sin embargo, entiendo que ya están en marcha las obras para contar con una planta de tratamiento de estas aguas.

Dra. Teresa Reyes Yábar