
“Jamas dejo que las criticas me cambien la sonrisa”
La nueva presentadora de Combate, Michela Pincay, no se estresa por los comentarios de la gente. Ser optimista y feliz es su escudo.
Hace siete años llegó a la televisión y fue en el reality Combate que se dio a conocer como concursante. Ahora, tras la salida de Doménica Saporiti, se convirtió en la nueva presentadora del espacio ‘prime time’ de RTS, junto a Eduardo Andrade. Su retorno al canal que la vio nacer ha generado críticas mixtas. EXPRESIONES conversó con Michela Pincay, no solo sobre este punto, sino también de su salida de Ecuavisa, su experiencia como actriz en 3 familias y su situación sentimental.
Regresó a RTS, pero no como la hija pródiga...
A mí me gusta hacer las cosas correctamente. Cuando en su momento me fui a Ecuavisa tenía que ser honesta y franca con los directivos de RTS. Me dieron otras alternativas, pero yo necesitaba crecer y aprender.
Digamos que el Canal del Cerro fue su escuela.
Totalmente, aprendí de cero. Hoy sé lo que es leer un teleprompter, improvisar, interactuar con compañeros, armar textos, realizar reportajes. Estuve a cargo de segmentos de En contacto. Incluso en Televistazo presenté Gente, que ha sido mi mayor desafío.
Recuerdo los nervios que sentía. De acuerdo, su estrella aumentaba, pero de un momento a otro empezó a aparecer menos en ese canal. ¿No considera que en el último año su talento no fue valorado o, quizás, desaprovechado?
Es necesario hacer pausas en esta carrera, replantearse hacia dónde caminas, qué haces. Tuve tiempo para prepararme y capacitarme. Soy de las personas que toman las cosas y les dan la vuelta para aprovecharlas en positivo.
¿Estuvo bien bajar el perfil?
Realmente nunca había tomado vacaciones en mi vida desde que empecé en Combate. No paré y luego de esos tres meses de descanso me metí de lleno en 3 familias con grabaciones que empezaban a las nueve de la mañana y terminaban a las diez de la noche.
¿Qué tal actuar en 3 familias?
Rescato mucho el valor que Ecuavisa les da a sus talentos. Yo estuve con profesor, estudié y me capacité en actuación. Vi mi evolución y el público lo nota. De los nervios de las primeras tomas pasé a escenas donde me sentí más confiada y desarrollé muchísimo.
Una mala con cara de buena...
(Risas) Hacía hasta lo imposible por quitármela con mi personaje de Yaritza, pero bueno... se trató.
¿Toma cualquier desafío y a nada le dice que no?
Siempre digo “sí puedo”. Aprendí que nadie nace sabiendo. La perseverancia y la dedicación son la clave. Recuerdo que cuando entré a En contacto estaba aterrada, pero al final fue increíble cómo adquirí la misma capacidad para improvisar y entrevistar que los demás.
¿Cómo toma las críticas negativas?
Jamás dejo que me afecten o me cambien la sonrisa. No me lo permito. Desde que estaba en el equipo naranja no daba oído a los malos comentarios. Claro que algunas cosas me incomodaron en su momento, pero rescato lo que alguna vez me dijo Catrina Tala: “Mientras mejor te vaya, más van a criticarte. Si no eres capaz de soportar las espinas, entonces esto no es para ti”.
¿Cuál ha sido su escudo?
La seguridad. A mí me ha costado mucho estudiar y prepararme. He sacrificado vacaciones, amistades y fiestas. Mi prioridad siempre ha sido el trabajo y hacerlo bien. Tengo algo por dentro y es mi alegría inagotable, Dios que vive en mí. Y está el apoyo de mi familia. No necesito más fans que mi mamá, mi hermana y mi abuela.
¿Cómo llega a ser la presentadora de Combate, un espacio en el que usted fue participante?
Llegó la propuesta de RTS justo cuando me dijeron en 3 familias que mi personaje tendría una mayor presencia y sería más fuerte en la nueva temporada. Me encantó actuar, pero siempre quise animar. Recuerdo que le dije a Henry Bustamante que quería hacerlo y todo se dio. Había terminado la novela y me llamaron de RTS un día antes de mi cumpleaños. Los astros se alinearon. Estoy superfeliz y agradecida. Combate es mi nuevo reto.
¿Cómo enfrenta cada desafío?
Me preparo, veo mucha televisión internacional, me corrijo en posturas, actitud, en cómo agarrar el micrófono, la entonación de la voz y la dicción. En una hoja anoto todo lo que creo que no estuvo bien en mí, y mi hermana también es mi mayor crítica.
Y a quienes dudan de su desempeño como animadora, ¿qué les dice?
Los invito a ver mi trabajo y mi evolución. Esto no es fácil, con el tiempo seguro van a convencerse más de lo que hago. He recibido críticas muy positivas en los pocos días que llevo en el programa. Puedo decirte que me siento bien, un poquito insegura pero no nerviosa, porque son muchos chicos y juegos. Pensé que me costaría más, pero estoy con gente buena y la producción es maravillosa. Soy yo y es mi estilo el que al final se impondrá.
Bien en el trabajo y en todo pero... ¿en el amor?
Bueno, estoy feliz con una persona que conocí cuando yo tenía 14 años. No fue mi enamorado en ese entonces, pero era una persona muy cercana a mi familia y en esa época no pasó nada. Ahora nos hemos reencontrado, es un buen hombre y no tiene que ver con el medio.
El ego en el mundo del entretenimiento suele ser peligroso. ¿Cómo hace para no elevarse?
Puedo decirte que no me ha pasado, mi mamá me crio bien. Obvio que a veces te crees el cuento, pero siempre he sido agradecida y tomo todo como un regalo, no de una manera pretenciosa como que yo me lo merezco. Pero si algún día me pasa eso, ahí estarán mi madre y mi hermana para halarme las orejas y seguro me bajarán de una a la Tierra.