“La historia siempre se repite”

d esde tiempos posdictatoriales hemos sido víctimas inocentes de quienes inescrupulosamente han pensado que hacer política es asumir el servicio público como si fuera un negocio particular, dejando a un lado todos nuestros sueños. Lastimosamente la historia se repite siempre con diferentes actores y a veces con los mismos. La pregunta es ¿hasta cuándo somos objetos de abuso? ¿Por qué no hacemos evidente nuestro rechazo a aquellos politiqueros que piensan ascender al poder con fines protervos? Cuando la nación se percate de la tomadura de pelo deberá pensar dos veces en candidatos conocidos y mediocres por sustituirles en candidaturas de personas capaces y honestas.

Eduardo Jiménez